viernes, 6 de diciembre de 2013

''Entre Dimensiones'' Capítulo 10: Sus dos rostros

Sheryl esperaba ansiosa el día siguiente.

Se durmió pensando en Drake, algo tarde, como siempre pasaba cuando sus pensamientos vagabundeaban por el rostro y las acciones de ese chico. 

Despertó demasiado pronto, así que tranquila se aseó y desayunó. El invierno comenzaba a llegar tenebroso; era una mañana fría. Sheryl salió de casa y con paso tranquilo caminó por las calles solitarias y heladas. El cielo estaba empañado, sólo Sheryl caminaba por su mundo. Con los ojos perdidos en el infinito siguió su camino solitaria, con la mente en otro lugar lejano a ese.

Cuando llegó al instituto ya había gente, así que entró sin ni siquiera esperar a sus amigos. Cuando iba por el pasillo Dael la vio a los lejos y las dos entraron juntas a la clase de Latín. Sheryl quería ver desesperadamente a Drake por alguna razón, lo echaba de menos. Lo necesitaba.

Después de las desesperantes dos primeras horas llegó el recreo, donde todo el mundo salía del edificio. Tenía que verlo, ahora sí.

Llegó rápidamente a la salida, dejando a sus amigos atrás. Cuando salieron ellos ella les dijo que se adelantasen, ahora llegaba ella.

Por fin vio aquel cabello rubio inconfundible. Fue corriendo cerca de las escaleras de la puerta y esperó a que se acercase, reprimiendo una sonrisa. El bajó las escaleras y giró a la derecha, justo hacia ella. Cuando lo tuvo a dos metros de distancia ella sonrió ampliamente y le saludó con la mano. El la miró.

Sólo la miró.

Drake siguió caminado y pasó a su lado sin hacer nada, como si fuese una chica cualquiera, como si no la conociera, como si no valiese nada para él...

En esos instantes a Sheryl le dio un vuelco al corazón. ¿Qué estaba pasando? Ese no era el Drake que ella conocía. ¿Qué había hecho ella como para que actuase así? ¿Sólo había estado jugando con ella como si fuese un instrumento?


Todos esos pensamiento se agolparon en su mente. No. No, en realidad no había pasado nada. Seguramente él pensaría que era otra chica. O simplemente le estaba haciendo una broma. Seguro que había una razón para todo eso. Seguro...

Sheryl se giró hacia atrás, donde el había desaparecido de su mirada. Vio unos instantes como desaparecía detrás del edificio del instituto. Sheryl corrió hacia allí, suplicando una respuesta.

Cuando torció la esquina unas manos la agarraron y chocó contra algo blando. Se vio arrastrada unos metros, luego quedó inmóvil en silencio.

De repente los brazos la soltaron y ella se quedo mirando el suelo. Los pies de alguien. Levantó la mirada. Lo reconoció al instante. Por supuesto, era Drake. 

Sólo era Drake, la había abrazado... al instante.

Vio su mirada sonrojada, clavada en el suelo.

-Eeh... Yo... -se rascó la nuca.

Sheryl sonrió y lo volvió a abrazar, sorprendiendo a Drake. Él la estrechó contra él, feliz.

Parecían una pareja... Pero no lo eran.

Sheryl se separó al recordarlo.

-Se que sonará raro, pero..., no sé por qué, tenía ganas de verte -le dijo Drake.

Sheryl le miró a los ojos, unos ojos que echaban destellos verdes. Decía la verdad.

-Yo... -Yo también, quiso decir. Se quedó en silencio-. Vaya... Será que ayer pasamos demasiado tiempo juntos.

¡Estúpida! ¿Por qué dices eso?

-Oh... -contestó Drake-. Sí, debe ser por ello.

-No deberíamos juntarnos tanto tiempo seguido.

¡No! ¡Para! ¿¡De qué estás hablando!?

No debo mostrarle tanta adoración, debo ser más dura. Dialogó entre sí misma.

-¿En serio?

-Sí, me molestas. Para empezar, ¿por qué me has abrazado? ¡Eres estúpido! -Dijo firmemente.

De repente las lágrimas retenidas escaparon, se le cayeron por las mejillas, se deslizaron por su piel, y siguieron llegando nuevas. Su cara cambió a una gesto amargo y dolorido y dio un gemido.

-¿Sheryl? ¿Qué ocurre?

Sheryl se tapó el rostro con sus manos y cayó de rodillas al suelo, sollozando estúpidamente.

-¿Por qué he dicho eso? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? -Exclamó con voz hueca-. ¡La estúpida soy yo! ¿Por qué hago esto?

-¡Sheryl! 

Los brazos de Drake la rodearon, cuando se dio cuenta que esas palabras las había dicho en voz alta, aunque no se debían de haber escuchado muy correctamente, entre gemidos, sollozos y la barrera de sus manos.

-Sher, Sher, cálmate.

Ella lloro entre sus brazos sin volver a decir palabra. No quería ser tan dulce con el. No quería. Pero algo en su mente le decía que debía serlo.

-Lo siento, Drake. Lo siento tanto... -lloro ella sobre su hombro.

-No importa Sher. Tranquila. Estas bien.

Sheryl alzo la cabeza y se levanto quitándose de encima los cálidos brazos de Drake.

-Perdón por haberte molestado, creo que debería de volver con mis amigos.

Drake, de rodillas en el suelo, se le quedo mirando impactado. Ella se giro y, sin volver a mirarlo siguió el camino de vuelta.

Drake no la paro.

Sheryl volvió junto a su grupo, que estaban sentados bajo la sombra de un árbol riendo entre ellos. Dael fue la primera en escrutarla.

-Sheryl! Donde estabas? -corrió a su lado para cogerle de las manos. De repente vio su cara sonrojada y los destellos en sus mejillas-. Que te ha pasado? Ha intentado hacerte algo alguien? Que? Que ha ocurrido?

El resto del grupo, al oír a Dael, corrió a su alrededor.

-¿Sheryl? ¿Estás bien? -exclamó Hayley

-Si, nos os preocupéis -dijo limpiándose la cara rápidamente.

Mierda, tendría que haber esperado un poco a que se me pasase esto. 

El rostro de Drake dolorido apareció en su mente, sintió como sus brazos volvían a abrazarla. la ultima lagrima retenida se deslizo por su mejilla. Se mordió el labio.

-¡Sher! -la abrazó Dael -. ¡No estas bien! ¡Cuéntanos que te ha pasado!

-Nada, una estupidez -Sheryl pensó una escusa rápidamente-. Solo tenia que devolverle un cuaderno a una compañera, y viviendo hacia aquí me caí y me hice daño en las rodillas-. Gracias a Dios que llevo pantalón largo. Pensó Sheryl.

-Pero, ya estas mejor? -le pregunto Hayley

-Si, en serio, no os preocupéis.

Hubo un silencio en el grupo, de pronto Dael exclamo.

-¡Bueno! Animemos esto un poco. Sheryl, quiero que veas esto -ella le señalo algo con la mano, que no podía ver porque sus amigos lo tapaban,

Sheryl frunció el ceno y entorno los ojos mientras la gente se hacia a un lado. Al final del grupo de gente, apartado de la multitud, había un chico. Era mas alto que Sheryl y de brazos fuertes, quiero escuálido. Su pelo era de un color castaño claro y lo llevaba un poco largo, con un flequillo de mechones sueltos cayendo sobre su frente. y las puntas del cabello algo levantadas. Sus ojos, de un azul verdoso, brillantes como un diamante transparente, se posaron en Sheryl. Sus labios formaron una sonrisa.

-Hola, Sher.

Él era el único que la llamaba Sher.

-Jem... -susurro Sheryl con la voz temblorosa- ¡Jem! ¡Has vuelto! ¡¡Jem!!

Sheryl corrió entusiasmada hacia sus brazos abiertos. Esta vez lloraba, pero no de tristeza, sino de alegría.

-Jem. Jem. Jem. Jem -dijo entre sus brazos.

-He vuelto Sher, he vuelto.

-Jem, te he echado tanto de menos -exclamo Sheryl, levantando la cabeza para mirarle a los ojos.

Jem se inclino hacia el rostro de Sheryl y le dio un beso en la comisura de los labios, se separo y le sonrió. Los dos se miraron, abrazados entre si, con una felicidad inmensa en sus rostros.

-Yo también te he echado de menos, quería volver a tu lado, te necesitaba. Te quiero tanto... -la abrazo mas fuerte, atrayéndola hacia el.

-Oh, Jem -Sheryl volvió a enterrar su rostro en su pecho. Estaba tan feliz que pensaba que su corazón iba a explosionar en cualquier momento. 

Los dos se separaron aun sonrientes.

-Vayamos a dar un paseo, asi podremos contarnos cosas.

-Me parece bien -dijo Jem asintiendo.

Le cogió de la mano y los dos se fueron fuera del instituto para andar por las calles. 

Jem había venido desde América, después de casi tres anos estudiando en el extranjero. Por fin estaba de vuelta, allí, junto a Sheryl. Jem Haperd era un amigo de la infancia de Sheryl. Siempre habian estado juntos, siempre. Desde el día en que se conocieron, su amistad nunca había desaparecido. Los dos se querían, pero, por supuesto, como amigos. Siempre habian salido juntos de todos los problemas que se habian presentado en sus caminos, y los dos se apoyaban mutuamente. Nunca se habian traicionado, y siempre estaban el uno para el otro. Jem había empezado el instituto junto a Sheryl, pero a mitad de curso tubo que irse por razones personales a estudiar a América. Sheryl lo paso muy mal el día de su partida, y estuvo llorando encerrada en su habitación largas semanas. Acabo superándolo, pero siempre lo añoro. Por fin, había vuelto junto a ella.

Los dos hablaron muy entusiasmadamente de sus aventuras por la vida. Jem le contó que había conocido a gente nueva en aquel instituto. Después de que sus padres resolviesen las deudas que los habian arrastrado hasta allí, decidieron volver a Inglaterra. Ahora Jem volvía al instituto donde Sheryl seguía estudiando. Los dos amigos volvieron a unirse. Su lazo nunca se rompió.

Cuando acabo el recreo Sheryl se despidió cogiendo su cabeza y dándole un beso en la mejilla. A el no le importo. Si, parecía su novio, pero estaba tan feliz de haber vuelto junto a el que no podía evitarlo. Quería besarlo por todas partes, saber que de verdad estaba allí, abrazarlo como un oso de peluche, llevárselo a su casa, volver a besarlo y abrazarlo, quererlo, saber que no volvería a desaparecer. 

Sheryl volvió hacia su clase sacudiendo la mano, en un interminable adiós. Las dos próximas horas pasaron lentas, Sheryl con la cabeza en las nubes pensando en el. Quería pasar todo el tiempo con Jem. Quería volver con el. Quería que se terminasen las clases de una vez y volverlo a ver. Su profesor de matemáticas le echo la bronca por no prestar atención, pero a Sheryl le dio igual. 

Por mala suerte el profesor de matemáticas se enfado y les hizo quedarse cinco minutos mas, quedando menos tiempo para la hora de la comida. Cuando salio fue corriendo, la primera del grupo. De repente, cuanto paso junto a la puerta que daba al laboratorio, unas manos la agarraron de la mochila y la arrastraron al aula.

Escruto el rostro de Drake entre las oscuridad del aula. El la soltó y se le quedo mirando.

Su mirada era seria, y sus labios apretados en una perfecta linea.

-Luego, después de las clases, hablaremos.

-A que te refieres? -pregunto Sheryl, sorprendida.

-Ya sabes a que me refiero. Cuando acabe el instituto te vienes conmigo. -Después le lanzo una mirada severa y se volvió para salir del aula.

-Pero...

e no le hizo caso y salio con paso furioso.

Sheryl se quedo aturdida, sin entenderle muy bien.



El resto de la hora de la comida la paso con Jem y sus amigos riendo por chistes y anécdotas.

Después continuaron las ultimas dos clases y ya todos se dispusieron a ir a sus hogares.

Jem y Sheryl habian decidido juntarse en casa de ella para pasar la tarde contándose mas cosas. Sheryl se preocupo por si Drake la retendría mucho tiempo y suplico que el no quisiese llevársela a casa.



Salio pronto de clase, antes de que tocase el timbre, y Drake ya estaba esperándola en la puerta, con una mirada severa que la aterrorizo. Sheryl fue junto a el, que la cogió del brazo y se la llevo detrás del edificio, donde habian estado en el recreo.

-¿Drake, que pasa?

-¿¡Que que pasa!? -gritó enfurecido Drake-. ¿¡Quien narices es ese tío!? ¿¡De que va!?

-¿Que? ¿A quien te re...? -de repente Sheryl cayo en la cuenta de que se refería a Jem. Quizás los hubiese visto juntos, abrazarse, pasear de la mano...

-Sabes perfectamente a quien me refiero -dijo enfurecido-. No quiero que estéis juntos, me entiendes?

-No pienso hacer eso, Drake.

-Pues ese cabrón lo pagara muy caro -dijo retorciéndose los puños.

-No te atrevas a tocarle un pelo -respondió Sheryl con los dientes apretados.

-¿Ah, sí? ¿Y si lo hago, qué?

-Solo estas celoso, idiota. Si le haces algo te juro que el que acabara mal seras tu, porque no volveré a dirigirte la palabra, ni si quiera una mirada, y si volvieses a tocarme, te juro que los declarare como acoso sexual.

Drake la miro con sombras en los ojos. Estaba cayendo ante ella, lo estaba derrotando.

-No lo harás.

-Oh, si, te aseguro que lo haré, porque Jem es un millón de veces mejor que tú.

Drake dio un paso atrás. sabia que eso le había echo daño. 

-No dejare que ese mierdas se quede contigo.

-No te atrevas a volver a insultarle!! -gritó Sheryl, aún mas rabiosa-. No vuelvas a... hacerlo -las lagrimas amenazaban con salírsele de entre los parpados.

-¿Que no lo insulte? -le dijo Drake-. Es un hijo de la gran, me da igual si le insulto, se lo merece. Solo es un tío que se aprovecha de ti, seguro que mañana te estará metiendo la lengua hasta la garganta y al siguiente ya te abra metido en su cama. Solo quiere tu cuerpo, has visto como te a besado antes? Si solo fueseis amigos no hubiese echo eso.

A Sheryl le dio un enorme vuelco al corazón al oír aquellas palabras. Estallo en lagrimas y cerro fuertemente los puños.

-Te odio -después corrió.

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¡Hola! ¿Que tal? Por fin he subido este capitulo, me ha costado bastante. Votar si os ha gustado y si tenéis alguna opinión o idea que queráis compartir ponerlo en los comentarios, muchas gracias. ¡Hasta la próxima! (Comentario mío en Wattpad)

domingo, 24 de noviembre de 2013

''Entre Dimensiones'' Capítulo 9: El verdadero sentimiento hacia Drake

La tarde había pasado volando. Habían bajado a tomar algo, después de hacer todos los deberes. En cuanto terminaron la merienda que les había preparado su madre, subieron de vuelta a la habitación de Sheryl. 

Sheryl se tumbó en su cama sin saber que hacer, ya había hablado mucho mientras ''hacían los deberes''. Ahora estaba cayada.

-¿Me haces un sitio? -preguntó Drake con una sonrisa.

Sheryl chasqueó la lengua y sonrió, apartándose a un lado. Drake se tumbó junto a ella. Los dos estuvireon en silencio un rato.

-Drake... -dijo de repente Sheryl.

Él giró la cabeza hacia ella.

-¿Sí?

-¿Por qué haces esto?

Drake frunció el ceño, sin entender de lo que estaba hablando.

-¿Hacer qué?

Sheryl suspiró.

-Hacer esto.

Drake se mantuvo en silencio, esperando que Sheryl continuase con su explicación.

-Estar conmigo, hacerte amigo mío -rectificó-. Acompañarme. No poner ninguna pega a lo que haga. Intentar... -besarme, iba a decir, pero se quedó cayada.

Drake sonrió.

-¿Qué por qué?

Sheryl volvió la cabeza hacia él, ahora con sus dos narices rozándose.

-Sí.

-Hmm... ¿tú que crees?

Sheryl puso los ojos en blanco. Odiaba que le dijeran eso.

-Y yo qué sé. No entiendo lo que pasa en tu mente.

Drake dio una carcajada.

-¿En serio?

-¡Sí! -dijo Sheryl sacando aire por la nariz.

Rió más y Sheryl enrojeció frustrada.

-Bueno... ¿me vas a contestar?

Drake volvió a mirarla a los ojos.

-Es muy sencillo.

Esperó vacilante la respuesta.

-Quiero protegerte.

Sheryl frunció rápidamente el ceño, sorprendida.

-¿De qué hablas?

-¿De qué quieres que hable? ¿No entiendes el término ''proteger''?

-¡Claro que sí!

-¿Entonces?

-¿Protegerme... de qué? -dijo elevando la voz.

Drake se quedó en silencio y cerró los ojos. Se moridó el labio.

-De... lo de fuera.

Sheryl estaba todavía más confusa. Con cada una de sus palabras su mente enloquecía más.

-Drake... sigo sin entenderte.

-Creo que es mejor así.

Lo miró extrañada, ya no sabía que más decir.

-En ese caso... ¿tu objetivo es protegerme?

-Así es.

Se quedaron en silencio.

-Veras, Sheryl. Hay un montón de cosas que no puedo explicarte ahora, pero quiero que las comprendas, porque quiero enseñarte como soy.

-¿Drake?

-¿Sí?

-¡¡No sé de qué hablas!!

Drake estalló carcajadas. Después de reir tanto se limpió las pequeñas lágrimas y miró a Sheryl aún sonriente.

-No importa.

Sheryl se quedó de morros, enfurecida por su conducta. Aunque su intención no era de estar de morros...

-No pongas esa cara, anda.

Sheryl abrió los ojos y dio un pequeño grito, aún más enfadada.

-¡Ey! ¡No grites!

Sheryl se giró hacia Drake para protestar más, pero en vez de verlo como el simple Drake de siempre, lo vio como Drake... El Drake que hacía que su corazón comenzase a palpitar.

De repente lo vio todo. El precioso cabello rubio oscuro que se moría de ganas por tocar. Sus ojos verdes que le desintegraban por dentro, como si tuvieran rayos laser. Sus pestañas largas. Los rosados y pero pálidos a la vez labios, finos como una línea. Y sus dientes, que eran de un blanco puro, pero algunos algo torcidos. Todo él perfecto, pero imperfecto a la vez. Creo que... ya no estoy segura... de si le odiaba tanto. 

Pero despertó de su sueño cuando Drake le lamió la nariz.

-¿Hay alguien ahí?

Sheryl abrió muchos los ojos y se echó rápidamente hacia atrás, con las manos en la nariz.

-¡Drake! ¿¡Por qué has echo eso!?

-¿Otra vez con lo que hago y dejo de hacer?

-¡Normalmente si alguien está en las nuebes das un chasquido o agitas la mano! ¡¡Pero no le lames la nariz!! -Se frotó la punta de su nariz, donde Drake le había dado el lametón.

Drake rió un poco.

-¡Pero así es más divertido!

Sheryl resopló.

-Eres inaguantable.

-Inaguantablemente resistidor -dijo acercándose a ella, con una voz seductora.

-D... Drake -susurró Sheryl mientras él se ponía encima suyo.

-¿Sí..., Sher?

-¿Qué estás...? -pero no pudo terminar la frase, ya que las palabras se le agolparon en su garganta, al tener a centimetros suyos el precioso rostro de Drake. Comenzó a respirar agitadamente.

Y como una chispa, todo cambió a su alrededor.

Comenzó a desear más. Su corazón palpitaba de la emoción. Drake era, como había dicho él mismo, demasiado irresistible. 

Lo necesitaba.

Bajó la mirada hasta sus labios, que se curbaban un poco en la comisura. El deseo de explorarlos inundó su mente completamente. Drake se acercó un poco más. Sheryl notaba su aliento en su rostro. Ya todo le daba igual, Drake tenía los ojos cerrados, y los labios algo separados. Sheryl cogió su rostro entre sus manos. Lo quería para ella sola. Drake acercó la cabeza un poco más, lo suficiente para que los labios de ambos se rozasen, pero sin llegar a juntarse. Cerró los ojos.

Y de repente, notó cómo Drake sonreía.

-Creo que debería irme ya.

Se levantó. Y dejó a Sheryl tirada en la cama, en la misma posición, con los ojos abiertos de par en par.

Como se ha atrevido... a acerme... ¡¡¡¡esto!!!! Gritó en su mente.

Se levantó enfurecida.

-Drake Tisdale, ¡juro que un día de estos te asesinaré! ¡¡Y lo digo en serio!!

Se oyeron las carcajadas de Drake mientras se movía y cogía la mochila, para luego salir por la puerta. 

-Te esperaré con ansia -dijo haciéndole un saludo militar, antes de desaparecer por el pasillo.

-¡Espérame!

Cuando Sheryl lo alcanzó, Drake ya estaba en el vestíbulo, a punto de irse.

Abrió la puerta y los dos salieron fuera. Sheryl se tapó los brazos desnudos ante la noche.

-¿No tendrás frío? -le preguntó ella a Drake echando vaho por la boca- Comienzan a bajar las temperaturas...

-La que debe de tener frío eres tú. Será mejor que entres en casa antes de que te enfríes.

Sheryl guardó silencio.

-Bueno... Me voy.

-Hasta mañana... -susurró Sheryl.

Drake la cogió suavemente por la cintura y le dio un pequeño beso en la mejilla.

-Hasta mañana -contestó con una tímida sonrisa en los labios.

Después desapareció entre las sombras de la noche.

Sheryl, impactada, se tocó la mejilla donde los labios de Drake habían estado hasta hacía unos segundos.

Tenía que admitirlo, estaba enamorada de él.

jueves, 14 de noviembre de 2013

''Entre Dimensiones'' Capítulo 8: Un punto más para Drake

Después de eso Sheryl no volvió a ver a Drake.

Cuando regresó al comedor no encontró a Drake. Sus amigas le preguntaron por los gritos que se habían oído desde el pasillo, y ella respondió como pudo. Pero Sheryl sólo tenía una cosa en mente. Hablar con Drake. Cuando acabaron las clases de ese día Sheryl salió corriendo hacia las puertas del insituto y le buscó desesperadamente entre el bullicio de gente. A los cinco minutos acabó encontrándolo al final de la larga calle en la que se encontraba el instituto, cargando con su mochila camino a casa. La gente ya comenzaba a irse, pero ella fue corriendo tras él gritando su nombre.

-¡Drake! ¡Drake!

Cuando ella estubo lo suficientemente cerca como para darse cuenta, Drake se giró, abrió mucho los ojos y alzó las cejas.

-¿Sher? ¿Qué ocurre?

En el momento en el que llegó hasta él calló de rodillas y respiró entrecortadamente por el cansancio.

-Que... ría.... hablar... contigo, ahh...

Drake le ofreció la mano.

-Anda, levántate.

Sheryl observó la mano unos instantes y luego se ayudó de ella. Era fría contra su tacto. 

Caminaron hasta un parque solitario cercano a allí. Dejaron las mochilas a un lado y los dos se sentaron en los columpios. Sheryl agarró las cadenas que lo sostenían. Los dos obsevaban el suelo bajo sus pies.

-¿Qué querías decirme?

Sheryl se mantuvo callada durante unos minutos.

-¿Qué fue eso?

-¿El qué?

Sheryl miró a los ojos de Drake.

-Lo de esta mañana.

Él no le sostuvo la mirada y la volvió al suelo de nuevo.

-Ni si quiera yo lo sé.

Volvió a reinar el silencio.

-¿De qué hablasteis Bern y tú? dijo esta vez Drake.

Sheryl no supo qué contestar.

-Pues... Bueno, de ti.

Drake alzó la mirada hacia sus ojos. A Sheryl le entró un escalofrío por la espalda. Sus ojos eran terriblemente verdes, podían hacer caer a cualquiera.

-Sí. Me preguntó... -Sheryl se mordió el labio.

Al ver que Sheryl no continuaba Drake volvió a hablar.

-¿Qué? ¿Qué te preguntó?

Sheryl tomó aire lentamente. ¿De verdad se lo iba a decir?

-Me preguntó si yo estaba enamorada de ti.

Drake se quedó mirándola fijamente con los ojos como platos. Sheryl se asustó un poco.

-Y... ¿Qué le respondiste?

De repente Sheryl se levantó y se alejó unos pasos con una mano en la cabeza.

-Drake... -dijo en tono cansado.

Él se levantó tras ella.

-Sheryl, es importante.

Sheryl se quedó paralizada y se giró lentamente hacia él. Drake se mostraba rígido, parecía tenso, y nervioso. 

-¿Importante?

-Sí -contestó el de inmediato.

Sheryl abrió la boca, pero no emitió ningún sonido.

-No puedo responderte a eso Drake.

Drake avanzó rápidamente hasta ella y le agarró de los hombros con fuerza.

-¿Por qué no?

-D-drake...

-¡Necesito saberlo! -gritó él

Sheryl se estaba asustando cada vez más del comportamiendo de Drake. Se removió ante sus manos, pero él la sostenía con fuerza.

-Drake, por favor, cálmate.

Drake se dio cuenta de su comportamiento y bajó rápidamente las manos. No quiso mirar a Sheryl.

-Lo siento.

Los dos se quedaron en silencio.

-¿Sabes que más me preguntó Bern?

Drake se giró hacia Sheryl.

-¿Qué?

-Si sabía si tú estabas enamorado de mi.

Drake no emitió palabra, aunque lo intentó, o al menos eso le pareció a Sheryl.

Al final cerró los ojos y chasqueó la lengua, sonriente.

-Típico de Bern.

-¿Y tú... vas a responder? -preguntó temerosa Sheryl.

Drake la miró fijamente.

-No -acabó, con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

Sheryl puso los ojos en blanco, pero también se le contajió la sonrisa.

Después consultó el reloj.

-Creo que debería irme a casa, tengo que hacer los deberes.

-¿Puedo ir contigo? -preguntó Drake.

-¿Cómo?

-Que si puedo ir contigo -dijo él sonriente.

-¿A mi casa? ¿Juntos?

-¡Sí! -exclamó entusiasmado-. Hagamos los deberes juntos.

-Yo creo que no...

-Vamos, porfa Sher -dijo poniendo morritos.

Sheryl se moridó el labio y empezó a caer ante su dulzura.

-Es que... No creo que le haga gracia a mi padre... que traiga a un chico a casa...

-¡Por favooor! ¡Sheeer!

Drake corrió hacia ella y la abrazó sobre los brazos.

-¡D-Drake!

-Porfa, porfa, porfa, porfa.

-¡¡Wuaa!! ¡Está bien! ¡Como quieras!

La soltó rápidamente y alzó los brazos!

-¡¡Yuhuuu!! ¡¡Podré ir a casa de Sheryl!!

Sheryl suspiró agotada.

Los dos se encaminaron a su casa.



Cuando llegaron su hermano pequeño George corrió a saludarles.

-¿Quien es, Sheryl? ¿Quien es él? ¿Me lo presentas? ¡Hola extraño! ¿Quien eres? ¿Quien eres? -comenzó a preguntar dando saltos a su alrededor.

-Aparta George, sólo es un amigo.

Su madre se asomó desde la cocina.

-Sheryl, ¿a quien has...? -Cuando vio el rostro de Drake se quedó paralizada- ¿Él es...?

-Sí, mamá, Drake Tisdale. Insistió en venir aquí.

-Oh -su madre se acercó y le saludó con dos besos-. ¿Cómo estás? Hace mucho que no te veía. desde que tenías cinco años, creo...

-Sí, cinco años -rió-. Estoy perfectamente, ¿cómo le va a usted?

-De maravilla -respondió sonriente-. ¿Quieres tomar algo, Drake? ¿Que te apetece?

-Íbamos a subir a hacer los deberes ahora, mamá -intervino Sheryl-. Luego bajaremos a tomar algo, muchas gracias. 

-Oh, bueno, sin insistes... -después de eso se metió en la cocina.

De repente se oyó el retumbar de unas escaleras.

La hermana de Sheryl apareció desde el piso de arriba corriendo. Sheryl se llevó una mano a la frente. 

-Lo he oído -fueron sus únicas palabras antes de clavar la vista en Drake y ponerse enfrente suyo- Mmm... no está mal -dijo observándolo de arriba a abajo.

-¡Jessy! -se enfuerció Sheryl.

Jessy rió.

-¡¡Vuelvete a tu cuarto!!

Se rió más y se encaminó hacia la escaleras. Mientras subía giró la cabeza hacia atrás.

-Por cierto, estoy disponible -le guiño el ojo-. ¡Cuando quieras! -dijo antes de desaparecer por la escaleras mientras le lanzaba un beso con la mano.

Sheryl se puso roja, enfurecida.

-Woo...

Sheryl le agarró de la muñeca y lo condució hacia arriba.

-Ya te dije que era mala idea.

Drake rió por la bajo.

-Es todo siempre así

-Y peor.

-¿Cuantos hermanos tienes?

-Tres. Dos hermanas mayores y un hermano pequeño.

-¿Y ella era...?

-Jessy -terminó Sheryl-. La mayor, de 21 años -Sheryl continuó explicándole-. Luego está mi otra hermana, Charlotte, de 19. Puede que la oigas gritar... Quiero decir, cantar.

Drake se rio.

-Y ya has conocido y mi hemano pequeño y mi madre.

Llegaron a la habitación de Sheryl. Drake se quedó observándola. Era una habitación decorada con posters. El cuarto era amplio. En frente de la puerta había un escritorio, situado en la esuina de las dos paredes. En la pared de la derecha había un armario blanco. En la otra esquina, estaba la cama, y entra el ecritorio y la cama, una ventana que daba a un pequeño jardin del piso de abajo. En la pared contraria de la ventana había una estantería a rebosar de libros. Drake observó los títulos.

-Con que teres una fanárica de los Cazadores de Sombras...

Sheryl, que había dejado la mochila contra el escritorio, le miró sorprendida.

-¿Los has leído?

-Sólo el primer libro.

-¿En serio? -le miró sonriente- Nunca había conocido a un chico que ha leído Cazadores de Sombras.

-Ya te he dicho que sólo he leído el pirmer tomo.

-¡Da igual!

Drake suspiró.

-Es normal, tengo mucho tiempo libre. Lo paso leyendo. Me entró curiosidad y lo cojí de la biblioteca.

-¿Y quien es tu personaje favorito?

Drake puso los ojos en blanco.

-¿Podemos cambiar de tema?


Pasaron la tarde hablando mientras ''hacían los deberes''. Cada dos por tres Sheryl sacaba el tema de esa saga de libros sin querer, hasta que Drake tuvo que darle toda su opinión, sus partes favoritas, si pensaba esto o lo otro, por qué creía no sé que, etcétera.

Sheryl ganó su amistad.

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Hola! Bueno, ya he llegado al capítulo 8, creo que este es bastante largo xD. Es la primera vez que os comento. Bueno, yo soy Sadie, abreviando. Me disculpo por los errores, he tenido problemas con el ordenador, lo primero. Respecto a la portada, estoy en ello XD. Lo estoy pintando yo por photosof (o como se diga) y cuesta bastante (a parte de que también tuve que dibujarlo). Agradezco todos los comentarios, gracias, me animan mucho :3. Si os gusta, votar XD. Voy a intentar no ser la típica chica deseperada por los comentarios y las votaciones, a la que parece que se le vaya a acabar el mundo si no XDDD ¡¡gracias por leer!! (Comentario mío en wattpad)

lunes, 21 de octubre de 2013

''Entre Dimensiones'' Capítulo 7: Alguien más que Bern

Sheryl sonrió satisfecha por haber conseguido provocarle ahora a él.

-¡¡Malidta sea!! -de repente un chico, que estaba sentado en la mesa de Drake (un supuesto amigo suyo), se levantó dando gritos-. ¿¿Es que no podéis comportaros como personas civilizadas?? ¡¡Esta es la segunda vez que pasa!!

Sheryl se puso de nuevo roja, atónita a lo que veían sus ojos. Echó un vistazo a Drake. Parecía que él también estaba realmente sorprendido ante la conducta de su amigo.

-B...Bern...

-¡Si os lleváis a matar, discutir en otro sitio, no delante de todo el mundo! -sus mejillas se veían coloradas, como si fuese un padre avergonzado por sus hijos, muy enfurecido- ¿No podéis atacaros cuando estéis a solas?

La palabra ''a solas'' hizo que una imagen de ella junto a él apareciese a su mente... Los dos enamorados.... haciendo cosas...

Sheryl abrió mucho los ojos más sonrojada todavía, por lo que acababa de ver bajo sus pápados. Se murió de la venrgüenza aunque también se enfureció consigo misma. Automáticamente se borró esa imagen de su mente y se concentró en las palabras del tal ''Bern''.

-Estáis montando una pelea delante de todos -gritó-, y luego ya sabéis cómo acaba -acabó mirando a Drake con los ojos entornados. 

Él alzó las cejas y Sheryl se preguntó de qué estaría hablando Bern. En ese momento ella se fijó que prácticamente todo el comedor miraba atento la extraña conversación. Bern vio a Sheryl y siguió su mirada. Frunció el ceño enfurecido y se acerco a ellos dos.

-Venir conmigo -susurró agarrándoles de las muñecas-. Nosotros tres vamos a tener una pequeña charla.

Sheryl se dejó arrastrar al lado de Drake por Bern. Su amiga le miró atónita con la boca entreabierta, sin poder creérselo. De repente había aparecido Drake, habían comenzado a echarse chicpas entre ellos y en un instante Bern, el tal amigo de Drake, les había echado una anorme bronca por montar un pollo que en realidad había montado él.

-¡Bern! -dijo por fin Drake ya fuera, en el pasillo- ¿Qué estás haciedo?

Bern los dejó allí con un empujón.

-Estoy harto de tu forma de comportarte, Drake -dijo él de brazos cruzados-. Llevamos mucho tiempo siendo amigos, y siempre es lo mismo. ¡Siempre acabas montado una! Te olvidas de tus amigos y de los de tu alrededor, te centras sólo en una cosa -dijo la última frase con énfasis-: tu objetivo. 

Sheryl estaba apartada a un lado, viendo cómo Bern y Drake hablaban entre sí, sin entender mucho del asunto.

-Hemos pasado mucha vergüenza y aguantado muchas cosas por tu cabezonería. El otro día lo volviste a hacer -miró unos intantes de reojo a Sheryl y volvió a clavar la mirada en Drake-. Simplemente por que el grupo de chicas de al lado del comedor dijeron no sé qué comentario de los chicos en general te enfureciste. ¡Peleaste contra una chica! -En ese momento Sheryl vio que se refería a ella misma- Ni si quiera los demás oímos lo que digeron, no gritaban, ni si quiera hablaban fuerte. Y es un tema muy popular entre ellas -dijo con el ceño fruncido-. No veo el motivo por pelearse. Sé que sólo oiste un comentario y ¡¡BUM!!, explotas. Si ubiesen estado hablando a todo pulmon, y encima de un tema que le molestaría a todo el mundo lo entendería, pero tampoco es motivo suficiente para empezar una pelea así. Simplemente podrías haberle advertido a algún profesor o algo así. Pero noo... Simepre igual -los dijo como si diera asco-.

Sheryl observó la cara de Drake. Había pasado de asombro a enfurecimiento. Poco a poco había ido frunciendo las cejas más y más y ahora él estaba rojo como un tomate.

-Drake, lo haces muy amenudo, no sé si te has dado cuenta, pero siempre tenemos que aguantar tus pataletas. ¡Ya eres un jodido adulto!

-¿¡A qué te refieres!? -dijo Drake alzando la voz- No te entiendo. Si eso es verdad, ¿por qué nunca lo has dicho? ¿Tanto te molesta mi forma de comportarme?

-NOS molesta, Drake, nos molesta. 

-¡¡Que me importa si eras tú o todos!! Si de verdad sois tan buenos amigos -exclamó a gritos- ¿por qué me decís eso ahora? ¡¡No lo entiendo!!

-Hemos intentado decirtelo muchas veces -contestó Bern tranquilo-. Pero hemos dicho basta, lo hemos pensado y dijimos que esta vez te avisaríamos que te pasas un poco. Hoy os he visto comenzar a discutir y no he podido evitarlo, ¡tenía que decirlo!

-¡Bern! ¿Por qué haces esto? 

Sheryl se encontraba terriblemente incómoda ante la discusión de los dos amigos. Alzó una mano temblorosa.

-Eh... ¿sería mejor que me fuera?

Los dos la miraron furiosos a la vez.

-No, quédate. Quiero hablar contigo.

-¿Por qué quieres hablar con ella? -preguntó Drake.

-Para entenderos -dijo volviendo la miraza hacia Drake.

-No te entiendo Bern -dijo alzando la voz.

Bern se volvió hacia Sheryl.

-Ahora márchate, Drake, se terminó tu turno.

Sheryl se quedó extrañada. ¿No tendría que haber sido al revés, haberse ido ella antes y no Drake ahora?

Drake le miró muy enfuercido y se marchó de vuelta al comedor.

Bern miró a Sheryl.

-¿Qué quieres de mí? -preguntó Sheryl.

-¿Te ocurre algo con Drake?

-¿Me estás acusando de su comportamiento? -dijo Sheryl llevándose una mano al pecho.

-No, sólo quiero saberlo, por curiosidad -se quedó en silencio unos intantes-. ¿A pasado algo entre vosotros?

Sheryl se tiño de rojo al recordar la noche del viernes.

-¿Algo como qué?

-No sé, cualquier cosa... -se quedó mudo- ¿Os habéis acostado y no le ha gustado a Drake cómo lo has hecho?

-¿¡QUEEEEEE!? -Sheryl notó como todo su rostro se volvía rojo- ¡¡Nunca me he acostado con Drake y nunca lo haré!! -su grito resonó por los pasillos y llegó hasta el comedor. Cerró la boca avergonzada- Nunca -dijo en un último susurro.

-Menos mal, no es que le guste mocho ese tipo de mujeres a Drake..

-¿Es que Drake no es virgen?

-No lo sé. Si lo ha hecho alguna vez con alguien nunca nos lo ha contado. Pero ha llegado a cortar con chicas simplemente por el hecho de que besan mal.

-¿De... de verdad? -de repente a Sheryl le entró un temor, sin saber muy bien de donde venía.

-Sí. No hay muchas chicas que se han quedado a gusto con Drake, muy pocas lo han conseguido.

-¿Conseguir, exactamente, qué?

-Ya sabes, haber pasado algún instanate bueno con él. O al menos más de uno. Drake ha partido muchos corazones, pero la mayoria de las chicas se le declararon ella a él, sin estar él enamorado. Bueno, prácticamente todas las chicas con las que ha salido se le declararon ellas, y tampoco han sido muchas.

-¿Ah no? -Sheryl se vio interesada por la conversación. ¿Es por alguna razón?

-No estoy seguro de por qué. Quizás este enarmoado de alguien, por fin. Yo quería saber si era de ti. Él... Él nunca se ha comportado así con ninguna chica, por eso me extrañó. Quizás lo esté.

-¿¡De mí!? -exclamó Sheryl. ¿Por qué iba a ser de mí?

-Igual te ha visto algo... No sé, algo interesante, algo que no tenga ninguna chica.

-No-no sé que puede ser... -Sheryl volvió a ponerse como un tomate, sin saber qué decir.

-¿Y tú? ¿Lo estás de él?

Sheryl abrió la boca automáticamente para responer, pero no salió ninguna palabra de su boca.

¿Yo? ¿Enamorada de Drake Tisdale? Eso es lo que estoy intentando averiguar, si estoy enamorada de él, porque ya no sé lo que siento. No sé si le odio o si le quiero. Él me intentó besar, ¿es eso nomal? Según lo que me has contado parece que no. Él estará enamorado de mí, pero yo sigo confusa. ¿Es un amor no correspondido o estamos echos uno para el otro? ¿¿Lo sabes tú?? Yo... ya no sé qué más hacer. No conozco mis propios sentimientos.

Sheryl pensó todo eso con rapidez. Eso querría haberle dicho a Bern. Eso debería haberle dicho. Pero simplemento murmuró unas palabras.

-No lo sé.