sábado, 30 de agosto de 2014

''Otoya-chan'' Capítulo especial: Masato x Ren

Masato caminaba por uno de los pasillos camino a la sala de estar que daba al véstibulo. Cuando llegó, sus ojos se movieron hacia ese cabello anaranjado tan familiar. Ren estaba de espaldas, hablando con tres chicas que trabajaban allí.

Una de ellas soltó una risita tonta.

-Ren... no seas así.

-¿Por qué, my lady? -preguntó éste con esa preciosa sonrisa-. ¿No puedo ser amable con estas tres hermosas señoritas?

Las tres soltaron de nuevo una risita tonta. Masato apretó los labios, enfurecido y su corazón latiendo en su pecho rápidamente. Apretó los puños y con pasos decididos pasó a su lado sin decirle nada.

-Ey, Hijirikawa.

Masato se volvió cuando escuchó que Ren lo llamaba.

-¿Sí?

-Perdonen, my ladys, tengo algo de qué hablar con mi amigo.

Las chicas soltaron suspiros apenados y se fueron de nuevo soltando risitas. Masato volvió todo su cuerpo hacia Ren, esperando que continuase. Ren se acercó.

-¿Ya ni si quiera me saludas? ¿Tanto me odias? -preguntó girando entre sus dedos uan rosa que había tenido todo el tiempo.

-Estabas demasiado ocupado con esas chicas -contestó Masato serio.

-Humm, ¿estás celoso?

Las mejillas de Masato se encendieron levemente, sin saber si se refería por no recibir él ese trato o por no tener tantas chicas a su disposición.

-Claro que no, estúpido.

Ren posó la rosa sobre sus propios labios.

-Estás celoso.

-Yo nunca me pongo celoso.

-Eso es mentira -contestó Ren ampliando su sonrisa.

-¿Querías algo más? -preguntó Masato deseando salir de allí.

-¿Qué? ¿No puedo pasar un tiempo con mi amigo?

Masato puso los ojos en blanco.

-¿Tienes prisa? ¿Qué tal si charlamos un rato? -preguntó Ren.

-Si un rato son cinco minutos, adelante.

Los dos se sentaron en el sofá de la gran sala, el uno al lado del otro. Ren apoyó el brazo en el respaldo, girado hacia Masato, su mejilla sobre su mano, mientras jugueteaba con la rosa.

-¿Has recibido tu canción?

-¿La que haremos con nuestros sempais?

-Sí, esa.

-Sí, ya estamos ensayándola.

-Wow, qué rápido, ¿y no me cuentas nada? -preguntó Ren sonriendo. Masato no contestó-. Creo que a vosotros no os ha tocado ningún sempai, ¿no? Yo estoy con Ichinose, Kurosaki y Camus -observó como la rosa giraba entre sus dedos-. ¿Y tú?

Masato suspiró.

-Ittoki, Aijima y Kurusu.

-Hm... Creo que hacéis un bueno grupo. -Masato siguió sin contestar, deseando salir de allí y alejarse lo máximo posible de Ren-. Ya me contarás cuando tengas ganas de qué tema es vuestra canción.

-¿Has terminado?

Ren sonrió.

-No, aún no. -Ren vió que Masato aún no le habia mirado, tenía la vista al frente. Lo cogió por su barbilla y lo giró hacia él, quedando sus rostros muy cerca-. Mírame.

Masato levantó la vista y sus mejillas volvieron a enrojecerse al encontrarse los ojos azules de Ren tan cerca.

-Estás rojo, ¿qué ocurre? -preguntó sonriendo.

-Na-Nada -contestó Masato volviendo a apartar la mirada, nervioso.

-¿Seguro? -preguntó Ren soltando su barbilla y posando esta vez la rosa sobre los labios de Masato, divertido. Masato sintió la suavidad de sus pétalos y su delicado olor, sabiendo que antes habían estado ahí los labios de Ren. Se apartó rápidamente y se tapó la boca, más rojo.

Ren rió a carcajadas.

-¿No te gustan las rosas?

-N-No es eso..

-¿Entonces qué es? -preguntó Ren bajando la voz de un modo muy sensual, acercando su cuerpo y apoyando las manos a los lados de Masato.

Masato lo miró nervioso, su corazón palitante.

-¿Q-Qué haces? -exclamó.

-Dime la verdad -dijo Ren está vez mirándole con seriedad en los ojos-. Quiero que me lo cuentes.

-No hay nada que contar -contestó Masato agitado por la proximidad del cuerpo de Ren.

-¿Entonces qué debo hacer para que me lo cuentes?

Masato intentó echarse más hacia atrás, pero el reposabrazos se lo impedía.

-¿A qué te refieres?

Ren sonrió, ahora tan cerca de su rostro que sentía su aliento y lo escuchaba respirar.

-A esto.

Los labios de Ren se acercaron hasta que, en un instante, se juntaron con los de Masato.

Masato cerró los ojos, rígido. Ren, al ver que no se movía, cogió su rostro con delicadeza y siguió con el beso. Poco a poco, Masato se fue relajando y movió levemente sus labios. Ante esa reacción, Ren también los movió, hasta que los dos se fundieron en un perfecto beso, abriendo y cerrando delicadamente sus bocas.

Pasaron algunos minutos hasta que los dos se separaron sin aliento.

-¿Qué ha sido eso? -susurró Masato, ahora sus mejillas completamente rojas.

-Un beso.

Y de esta forma, Ren se levantó y caminó fuera de la sala sin girarse a mirar a Masato.

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Siii! Un especial!! Sorpresa!! MasaRen para todas!! Bueno, como he tardado tanto en sacar un nuevo capítulo os hago este regalito xD Además @MemeZzzJk me pidió que sacara algo de MasaRen :3 Aquí lo tienes! Y además te dedico el cap ^^ Si queréis que meta algo así en la historia si puedo lo haré y os dedicaré el cap :3 (siempre que sea coherente).

Sé que ha sido cortito, pero era un pequeño especial :3 Espero que os haya gustado! nwn

martes, 26 de agosto de 2014

''Entre Diensiones'' Capítulo 21: Sonrisas y confesiones

La siguiente semana pasó extraña. Todo eran análisis en el hospital y días allí encerrados. Más bien fue Sheryl la que estuvo encerrada, y solo fueron dos días. Revisaron sus heridas internas y en seguida le dieron el alta, ya que podía recuperarse en casa, solo si no se movía mucho. Drake estuvo en el hospital todo el tiempo, aunque casi no lo dejaron entrar a la habitación de Sheryl. Además habria sido raro que alguien que no fuese de su familia hubiese estado contantemente a su lado. Los padres de Sheryl y sus hermanos se asustaron mucho, sobretodo su madre, que lloró bastante cuando vio allí en la cama a Sheryl. Drake siempre observaba las visitas desde el borde de la puerta, sin querer interrumpir, pero sus ojos clavados en Sheryl. Sheryl hacía como que no lo veía, pero sabía perfectamente que estaba allí mirándole. Cuando las visitas se marchaban, Drake hacía como que había estado en el pasillo sin hacer nada, luego se asomaba un poco y sus miradas se cruzaban, entonces apartaban la mirada, y cuando Sheryl volvía a alzar la vista, Drake ya no estaba.

Los padres de Sheryl intentaron que Sheryl fuese a un psicólogo, ya que tendría que haber sido traumático haber sido raptada, pero Sheryl se negó rotundamente, ya que estaba bien de verdad, algo que le sorprendió incluso a ella misma. Al final quien tuvo que ir a un psicólogo fue la madre de Sheryl, que no podía soportarlo.

Respecto a las heridas de Drake... No tenía ninguna, puede que alguna rozadura y alguna marca, pero nada más. Eso dejó algo confusa a Sheryl, ya que había visto cómo había luchado contra esos hombres. Ninguno de los dos mencionó en ningún momento su ''muerte'', algo que no dejaba de rondarle por la cabeza a Sheryl. Las únicas cosas que ocupaban su mente continuamente era lo extraño que había sido todo con Drake y, por supuesto, sus confesiones. Cada vez que se recordaba a sí misma llorando en el pecho de Drake diciendo esas palabras sus mejillas se enrojecían intensamente, pero cuando después recordaba a Drake respondiéndole de esa manera en sus labios se formaban una dulce sonrisa y su corazón se aceleraba; entonces solo deseaba ver a Drake y abrazarlo con fuerza.

Algo que le hizo muy feliz fue cuando todos sus amigos fueron a visitarla, incluso a Drake, que solo la acompañaba. Vinieron en cuanto se enteraron, el que más preocupado estaba era Jem, que incluso sin querer lloró un poco, abrazando a Sheryl con fuerza; de verdad estaba muy preocupado y la quería mucho.

Cuando enviaron a Sheryl a casa le mandaron no ir al instituto hasta que se recuperase, por no mencionar el ''trauma''. Lo mismo fue para Drake, aunque no en tales circunstancias. Sheryl estaba deseando volver al instituto, pero por encima de todo ver a Drake. Quería hablar con él sobre todo, sobre su relación, sobre lo que harían, sobre lo que ocurrió en el lugar abandonado...

Dos semanas después, Sheryl pudo volver a clase.

Todos le recibieron con una sonrisa, incluso sus compañeros. Todos le preguntaron muchas cosas, sobretodo cuestiones como ''¿y te has vuelto loca?'' o ''¿y como te sentiste?''. Sheryl intentó responder a todo lo que pudo, y cuando el profesor dijo que ya habían perdido el tiempo suficiente de clase todo continuó normal. En realidad Sheryl no se sentía mal o abrumada por ese horrible recuerdo, la verdad es que no le importaba mucho, además sus heridas estaban sanando con una gran rapidez. Era como si hubiese vuelto a su vida normal, como si no hubiese ocurrido nada, excepto una cosa, que había confesado sus sentimientos a Drake y que él le había sido correspondido.

Se removió inquieta en su asiento, esperando a que pasasen esas dos horas rápidamente y llegase el recreo para poder ver a Drake en condiciones. Ah, sí, y también a sus amigos.

Cuando el timbre sonó salió disparada del aula.

Corrió hacia el recreo y observó su alrededor en busca de Drake. Como había salido tan rápido él aún no estaba allí. Intentó calamarse un poco, su mano en su pecho acelerado por haber corrido. Se giró hacia la puerta esperando ver ese cabello dorado que en seguida reconocía. Entonces lo vio, vio cómo salía y buscaba a alguien con la mirada, entonces sus ojos se clavaron en ella y Sheryl sonrió. De repente un rosotro sonriente saltó ante sus ojos.

-¡Sheryl!

Dael, con sus adorables coletas, la miraba con una enorme sonrisa.

-¡Aquí estás! ¡Vamos! -la cogió de las muñecas y se la llevó a la zona de césped donde solían sentarse todos. ¡Drake! Exclamó en su mente.

Dael la sentó a su lado y apareció Hayley.

-¡Sheryl! -dijo entusiasmada-. ¡Qué bien que ya hayas vuelto!

Sheryl había sido un poco estúpida, ¿pensaba escaparse para ver a Drake y no hablar con sus amigos? Que idiotez. Se sintió muy mal por ellos. Habían ido a visitarla muy preocupados y ahora ella quería evitarlos. Ni si quiera había pensado en el pobre Jem, que se había preocupado tanto por ella. Su corazón dio un vuelco, bajando la mirada con una mueca.

-¿Sheryl? ¿No te sientes bien? -le preguntó algo preocupada Dael.

-¡No! ¡Estoy bien! No os preocupéis -les dijo con una sonrisa.

Entonces apareció Cedric con Rick, sus ojos brillantes al ver a Sheryl, a juego con su sonrisa. Fue coriendo hasta ella.

-¡Sheryl! ¡Estás bien! -exclamó corriendo a abrazarla, rodeando su cuello y su cabeza.

-S-Sí, estoy bien -dijo con una sonrisa devolviéndole el abrazo. Cedric no había podido ir a verla porque había estado de viaje, pero por fin la veía.

Rick llegó en ese momento, quien había sido abandonado por Cedric.

-Qué bien que ya hayas vuelto, Sheryl -le dijo con una sonrisa amable.

-Gracias -le contestó ella también sonriente.

Consiguió separarse de Cedric y se sentaron. Evan y Abie llegaron después, los dos también se alegraron mucho de verla. Luego apareció Jem con Lina.

-¡She-Sheryl! -exclamó Jem cuando la vio.

Corrió hacia ella y Sheryl se levantó para recibir el gran abrazo de su mejor amigo. La estrechó con fuerza contra sí.

-¡A-Ay! -exclamó Sheryl por sus heridas.

-Oh, lo siento -dijo separandose rápidamente, algo sonrojado-. ¿Ya-Ya estás bien?

Sheryl asintió con una sonrisa en sus labios. Lina observó la escena desde un poco más lejos, con una sonrisa.

-Que bien que estés bien -dijo ella con su dulce voz.

Por fin estaban todos, por fin reunidos, riendo juntos.

Conforme avanzaba el tiempo Sheryl estaba más nerviosa, ya que quería ver a Drake y cada vez faltaba menos para la siguiente clase.

-Oye chicos -dice incorporándose un poco. -Todos la miraron antentos-. Hum... Me gustaría hablar con Drake si no os importa.

-¡Ah, sí! -Dael miró su reloj-. ¿Por qué no lo traes también? -dijo levantando la mirada-. ¡Aún queda tiempo!

Sheryl se lavantó y sonrió un poco.

-¡Vale!

Luego se fue en busca de Drake.



Drake ya sabía que lo iría a buscar.

Lo halló detrás del insituto, donde habían tenido todos esos encuentros.

-Sheryl... -dijo Drake en cuento la vio, despegándose de la pared.

-Hola -le sonrió Sheryl.

Ahora que los dos estaban uno en frente del otro no sabía que decir. Abrió y cerró la boca como un pez, sin saber qué decir. Drake sonrió al ver lo muda que estaba.

-No hace falta que digas nada -le dijo.

-No, si que quiero decirte cosas -habló por fin Sheryl.

Hubo unos instantes de silencio y por fin Sheryl habló.

-Lo... Lo que sucedió allí... -Drake la miró atento con sus ojos verdes-. Bueno... ¿qué pasó? -Sheryl levantó la mirada.

Drake la observó unos instantes, sosteniéndole la mirada, hasta que la bajó.

-Hmm... -No sabía muy bien cómo contestar-. Sheryl... Eso... -Sheryl se mordió el labio, esperando a que contestara-. Ahora mismo... no te lo puedo contar. Y menos aquí con tan poco tiempo. -Volvió a mirarla a los ojos, algo tristes.

-Claro -contestó en un tono algo débil-. No pasa nada, no quiero presionarte.

-Gracias -susurró.

Los dos se movieron nerviosos.

-Hmm, oye Drake, quieres venir co...

-Espera -la interrumpió-. Yo... quería preguntarte algo... -Sus mejillas estaban algo rojas, su mirada clavada en el suelo.

-¿Sí? -preguntó ella, con una vocecilla que no se esperaba. Se riñó metalmente.

Los labios de Drake se movieron nerviosamente, sin poder hablar.

-Sheryl... ¿querrías... ser mi novia? -Las mejillas de Drake estaban completamente rojas, y temía que los latidos de su corzón pudiera escucharlos Sheryl.

Sheryl lo miró con los ojos muy abiertos.

-Drake... -susurró-. ¡Drake! -corrió a sus brazos y lo abrazó con fuerza, lágrimas saliendo de sus ojos y una enorme sonrisa en sus labios-. ¡Sí! ¡Sí, sí, sí, sí!

Drake rió abrazándola con fuerza.

-Sheryl... -susurró sonriente.

Se separon y Sheryl rió con las mejillas encendidas y sus ojos cerrados. A Drake le encantaba verla tan feliz.

-Bueno, ¿qué querías decirme? -preguntó Drake con una sonrisa traviesa.

-¡Tonto! -le dijo riendo Sheryl dandole un pequeño golpecito.

-¿Eso era? -preguntó haciéndose el sorprendido.

-¡No! -Sheryl rió más-. Solo quería preguntarte si querías venir con nosotros.

Drake rió un poco también.

-Claro, vamos.

Los dos volvieron con una enorme y dulce sonrisa en sus rostros, sus mejillas aún algo rojas.

-¡Hola chicos! -los saludó Dael cuando los vio acercarse-. ¿Uh? ¿Ha pasado algo? -preguntó dándole unos suaves codazos a Sheryl en su costado.

-No, nada -dijo Sheryl sin poder quitarse esa sonrisa de su rostro.

-Siii, siii -dijo Cedric alzando las cejas varias veces.

-¡En serio! -dijo Sheryl riéndose un poco y sentándose en el césped junto a Drake.

El resto del recreo fueron todo risas de parte de todos. Sheryl nunca se había sentido tan feliz en su vida, Drake, ahora su novio, a su lado, y rodeada de maravillosos amigos.

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Hohola! *marcando la 'ache'* Seeh, sé que me queréis matar y asesinar y torturar y al saber qué más barbaridades más por no haber actualizado en tanto tiempo :'3 Por así decirlo me he tomado una especie de ''vacacionens de verano'' xDD Bueno, los animes en emisión, los mangas y los roles quitan mucho tiempo y... y... e3e.

-Excusas, Sadie, excusas.

-¿Q-Quéé? Que vaaaaa.

>> Os contaré algo xD LA PETICIÓN DE DRAKE ME HA COSTADO HO-RRO-RES. Estaban mis padres continuamente entrando y saliendo de mi habitación preguntandome cosas (SÍ, JUSTO EN ESE MOMENTO) y yo estaba que iba a partir el portatil por la mitad. He cerrado la puerta en cuento se han ido y me he puesto auriculares con mi música a tope para ahogar los ruidos. Al menos me ha salido algo x'DD Voy a estar fuera unos días y de nuevo no podré actualizar :'3 Pero en cuento vuelvo quizás saque un especial de Entre Dimensiones para compensaros ^-^ Ah, os contaré un secreto xDD

-Pero si lo cuentas ya no es un secreto...

-¡Cállate!

>> El caso es que me he pasado parte del verano leyendo shojo y me han entrado unas ganas enormes de escribir una historia estilo shojo :'3 (para los que no sepáis lo que es el shojo: los mangas o animes shojo son mangas o animes dirigidos para un público adolescente femenino; normalemente suelen ser de romance y colegiales). Pero ya sabéis cómo es el romance japonés xD (ojalá fuera así en nuestras vidas u.u) Van despacito y no se desvirgan a los 16 e3e Me parece algo horrible que la gente de hoy en día quiera tener novio tan rápidamente, dar su primer beso, tener su primera vez, etc. Por no mencionar a los que beben antes de los 18 xD No sé como seréis vosotros, pero yo solo digo lo que pienso, sin ofender >.<

>> Bueno, después de este tochaco os dejo xD Y eso, que cuando termine una de las dos historias sacaré un tipo shojo :3 Quiero hacerlo perfecto y despacio esta vez TwT

jueves, 14 de agosto de 2014

''Otoya-chan'' Capítulo doce

Los ojos de Tokiya se agrandaron. ¿Que qué pasaría si todos se enterasen de la relación que tenían? La verdad es que nunca había pensado en ello.

-Bueno..., no creo que pase nada.

Otoya levantó la cabeza de golpe, mirándole con fiereza.

-¿Que no pasaría nada? Tokiya, esta no es una relación normal, ¡somos hombres! La sociedad no acepta este tipo de cosas, ¿cómo reaccionarían nuestros amigos? Ya has visto la cara que puso Nanami-san al vernos, ¡estaba aterrada!

Tokiya supo de inmediato que tenía razón.

-E-Es verdad, perdona por ser tan estúpido... -Los dos se quedaron un tiempo en silencio, preocupados, mirando el suelo-. Otoya..., ¿qué hacemos con Nanami-san?

Sacudió la cabeza.

-No lo sé...

Volvieron a guardar ese extraño silencio.

-Creo que de momento deberíamos dormir, mañana tenemos trabajo; bueno al menos yo -dijo Otoya riendo de manera triste.

Tokiya alzó la mirada con los labios apretados

-Cierto -contestó sin pensar.

Otoya se levantó, pero antes de alejarse para ir a su cama Tokiya lo agarró de la muñeca.

-¿No me vas a dar un beso?

Cuando Otoya se giró pudo ver la pequeña sonrisa que tenía en su rostro, algo que hizo olvidar por unos momentos aquel problema.

-Claro -le contestó con esa pequeña sonrisa.

Otoya se agachó y besó con dulzura los labios de Tokiya, él cogiendo su rostro con una mano.

-Descansa, precioso -dijo Tokiya cuando se separó.

-Tú también -contestó él sin dejar de sonreir.

Y así los dos durmieron.



Pasaron las semanas hasta que Tokiya estuvo recuperado del todo, pero ninguno de los dos se atrevió a decirle una sola palabra a Haruka, ni ella tampoco sacó el tema. Otoya sabía perfectamente que algún día tendrían que hablar, aclarar las cosas, pero era un tema muy delicado.

Fue entonces cuando el presidente Saotome lo llamó a su despacho.

Nervioso, caminó por el pasillo hacia la sala. Movía las manos sudorosas pensando en el por qué de su cita. Se preguntaba si había hecho algo mal, ¿quizás ya no lo necesitaban? ¿Quizás lo iba a echar? Sacudió la cabeza pensando que eso era imposible. Llegó hasta la gran puerta de madera y llamó.

-Puedes pasar -dijo Saotome al otro lado con su peculiar forma de hablar, deslizando las palabras y marcando la última letra.

Otoya asomó un poco la cabeza y sonrió nervioso. Abrió la puerta y la cerró tras de sí.

-¿Me ha llamado, presidente? -preguntó formal.

-Tengo una noticia para ti -dijo el presidente sonriendo, sus ojos rojos através de sus oscuras gafas clavados en Otoya.

-¿Una noticia?

-Sí, pero vas a tener que esperar a los señores Aijima, Kurusu y Hijirikawa.

Otoya ladeó la cabeza sin entender. Fue entonces cuando la puerta se abrió, mostrando el pelo azul de Masato.

-¡Masa-kun! -exclamó Otoya.

Masato miró a Otoya y luego al presidente Satome. Cerró la puerta, pero en cuanto lo hizo se abrió de golpe dejando aparecer unos fatigados Cecil y Syo.

-Ya... estamos -dijo Syo agachado sobre sus piernas intentando recuperar el aliento.

-Lo sentimos, nos hemos retrasado -dijo Cecil en la misma posición de Syo jadeando también.

-Bien, ahora que estáis los cuatro puedo anunciaros vuestra próxima canción.

-¿Nuestra...? -dijo Otoya

-¿Canción...? -preguntó Cecil.

-Así es -contestó el presidente Saotome alargando la ''s'', sacando de la nada cuatro partitutas.

Los chicos las cogieron, una copia para cada uno.

-Es una nueva canción de la señorita Nanami, una colección de tres canciones que haréis con vuestros sempais.

-''Tenka Muteki no Shinobi Michi'' -leyó Syo.

-Exacto, vosotros cuatro haréis ésta.

Otoya leyó la partitura. Nunca había visto una melodia así, era extraño.

-¿Qué melodía es esta? -preguntó Masato frunciendo el ceño.

-Suena como... -dijo Otoya.

-Unos... -continuó Cecil.

-¿Ninjas? -excalmó Syo.

-Así es -de nuevo alargó la palabra-. Cada canción tiene un tema, y este es el vuestro. Tendréis que componer la letra.

Todos asintieron sin poder creérselo.

Después salieron, cada uno con su partitura.

-No lo puedo creer, ¿de verdad a compuesto esto Nanami-san?

-Eso parece -dijo Otoya sin despegar los ojos de las notas.

Masato estaba en silencio mirando la partitura, comenzando a agregar la letra en su mente.

-¿Cuando empezamos? -exclamó contento Cecil.

-Hum... Deberíamos juntarnos todas las tardes para componer las letras y ensayarla, seguro que pronto nos pedirán un concierto -dijo Otoya.

-Cierto, nos vemos mañana a las... ¿17:00?

-Por mí bien -contestó Masato.

-Y yo -dijo también Cecil.

-¡Aaaaah! ¡¡Estoy tan emocionado!! -exclamó Otoya levantando un puño feliz por la nueva canción-. ¡Esto va a ser genial!

Syo sonrió.

-Creo que los cuatro hacemos un buen conjunto de voces.

-¿Qué canción cantarán los demás? ¿También estilo de ninja? -preguntó Cecil.

-No lo sé, me encantaría saberlo.

-Mañana vienen nuestros sempais -dijo de repente Masato.

-Ah cierto... -dijo Otoya, borrándose la sonrisa de su rostro.

-¿Uh? ¿No estás feliz, Otoya? Hace meses que no los vemos.

Otoya sonrió como pudo a Cecil.

-Claro que lo estoy.

Masato miró de reojo de Otoya, sospechando algo.

-Bueno, me marcho a mi habitación.

-Sí, yo también, tengo algo que hacer -dijo Syo.

-Bien, luego nos vemos -se despidió Otoya.

Después de eso cada uno se fue por su lado.

Otoya caminó hacia su habitación tarareando la canción de la partitura. Cuando dobló la esquina se chocó contra alguien que no reconoció.

-Ugh, per... Ah, Tokiya -dijo al ver el rostro de aquel chico que quería-. Perdoname no veía por donde iba.

-Precisamente iba a buscarte. -De repente lo cogió y lo beso en los labios, cogiéndolo suavemente de la barbilla-. Necesitaba esto -dijo separandose unos instantes.

-H-Hmm... Toki... -dijo intentando separarse, pero Tokiya lo volvió a besar. Esta vez volvió a intentarlo y lo consiguió-. Ah... -cogió aire- Tokiya, ¿y si nos ve alguien?

-No hay nadie por aquí... No importa -volvió a hacercarse para besarlo, pero Otoya se tapó con la partitura para evitarlo-. ¿Uh? ¿Qué es esto? -cogió la partituta y la leyó- ¿Qué narices...?

-Es mía. -La cogió y salió corriendo después de sacarle la lengua.

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Holiiii!!!! CHAN CHAN CHAN SI VOLVÍ Y TODO! Vale, ok, no. He estado superliada con el nuevo curso (bachiller para ser concretos). Sé que me odiais por no subir cap, soy cruel u.u Pero si tuviese más ideas ya lo habría hecho, solo que estoy sin :/ Por eso he sacado lo de Tenka Muteki ^^ Es una canción que sacaron a principios de este año, podeís escucharla ya si queréis, os dejo el enlace aquí y también en vínculo externo para no tenerlo que copiar ^^ Disfrutar!!

http://soundcloud.com/utapri-starish-quartet/tenka-muteki-no-shinobi-michi?in=silvia-calvo-2/sets/uta-no-prince-sama-1

viernes, 8 de agosto de 2014

''Entre Dimensiones'' Capítulo 20: Sentimientos extraños

Todo se volvió blanco.

Su vista se desenfocó, el mundo daba vueltas a su alrededor. Sus oídos se negaban a escuchar nada, solo oía un constante pitido que lo tapaba todo. Sintió cómo su cabeza chocaba contra el suelo, a la vez que veía caer el cuerpo borroso de Drake. Todo sucedía lentamente.

Quería morir. Ese era la única sensación que sentía en todo su cuerpo. Todo daba igual ya. Habían matado a Drake, ella no había podido decirle nada de sus sentimientos. Le quería. Le quería con mucha fuerza, más de lo que había querido a nadie nunca, ni si quiera a Jem. Drake había desaparecido de su mundo, ahora ya nada sería lo mismo.

Vio una mancha roja extenderse por el suelo. La sangre de Drake... Todo había sido su cupa. Si no se hubiese quedado tanto tiempo en casa de Bern no la habrían encontrado. Drake había ido a ayudarla, pero lo habían matado por su culpa. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Qué iba a hacer ella sin Drake? De repente se sintió muy egoísta. Solo quería a Drake para ella. Pero todo su mundo acababa de desplomarse. Acababan de matar a Drake delante de sus ojos.

Sus vista se movió hasta su rostro. Tenía la piel pálida, sus ojos abiertos, mirándola; no tenían ningún brillo, era unos ojos verdes sin alma. Esos ojos que la habían mirado divertidos, preocupados, que le habían fascinado desde el principio. Sus labios estaban entre abiertos. Aquella sonrisa se había desvanecido... Nunca volvería a ver sonreir a Drake. Había un enorme charco de sangre a su alrdedor. Sheryl parpadeó. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. ¿Iba a llorar? ¿Lo iba a hacer? Volvió a clavar la vista en el suelo oscuro. De pronto escuchó una risa, una risa que se intensificó más y más. Aquella risa parecía la de un loco. Supuso que era John.

-¿Y ahora que voy a hacer contigo? ¿Perdirle el dinero a otra persona? -Tenía un tono divertido-. O como había dicho antes... ¿venderte? -soltó otra carcajada.

Sheryl intentó ignorarle. Le daba completamente igual lo que hicera con ella. Ahora todo le daba igual... Dejó escapar un sonido por sus labios, un gemido. Quería morir, solo eso. Y contra antes fuera mejor. Volvió a gemir, esta vez era un sollozo.

-Ohh, vamoos, no llores pequeña -volvió a soltar una enorme carcajada.

Se agachó hacia ella y la miró divertido.

-¿Tienes miedo? ¿Le querías? Ahora da igual, ese rubio ya está muerto... -John le agarró la cara con una mano para obligarle a mirarle. Sheryl lo miró, enfurecida-. Dime, ¿qué quieres que haga contigo? Venga, te dejo a tu elección.

Sheryl soltó otro sollozo. Sintió miedo. De repente se vio rodeada de una negrura espesa, toda su alma. ¿Qué era esa sensación? Nunca se había sentido tan mal. Drake acababa de morir. Quería llorar, pero también quería matar a la persona que tenía enfrente, aquel que había matado a Drake. Aunque tenía miedo del futuro, de lo que pudiera sucerderle a ella, de una vida sin Drake, solo vivo en sus recuerdos.

El hombre le agarró con más fuerza la cara y la levantó un poco. Ella no podía mover sus manos; le estaba haciendo daño.

-Suélta...me.

John soltó otra carcajada.

-¡Si la niña habla! -Volvió a reír con fuerza.

Sheryl apretó la mandíbula y los ojos, frustrada. Los volvió a abrir,. De repente vio algo detrás de Jonh.

Su rostro empalideció y abrió los ojos de par en par. No... No puede ser...

-¿Qué ocurre? Parece que hayas visto un fantasma -volvió a reír. Cuando se le pasó la risa volvió a mirar a Sheryl, que no apartaba los ojos de ese lugar-. ¿¿Qué narices te pasa?? -preguntó ahora con un tono enfadado. La soltó de golpe y se giró para ver que era aquello que la asustaba tanto.

A su rostro le pasó algo parecido que al de Sheryl. Su piel se volvió blanca, sus ojos se abrieron como platos. Empezó a tartamudear, no se le entendía lo que decía. Comenzó a caminar hacia atrás, hasta que se tropezó.

-De... -empezó debil- ¡DEBERÍAS ESTAR MUERTO! -gritó señalándolo con el dedo.

Sheryl no daba crédito a lo que veían sus ojos. No sabía si llorar por felicidad o asustarse de verdad. Drake... ¿Cómo has...?

Allí estaba, de pie, sin moverse, mirándolos con un rostro normal. Tenía el cuchillo clavado en el estómago, no dejaba de salir sangre. John lo miró con una sonora respiración agitada en el suelo. De pronto Drake alzó la mano, cerrándola sobre el mango del cuchillo. Comenzó a moverla, sacándolo, sin cambiar la expresión de su rostro. Sheryl en parte estaba aterrorizada y en parte aliviada, aunque tenía más miedo que otra cosa.

Drake sacó el cuchillo del todo y lo lanzó, chocandose contra una pared. La sangre había dejado de salir. Avanzó hasta quedarse frente a Jonh. Se agachó de cucliyas, mirándole con la cabeza ladeada.

-No. Toques. A. Sheryl -dijo marcando con fuerza las palabras.

Jonh lo miró aterrorizado, sus ojos llenos de lágrimas y su nariz moquetante.

-¡ALÉJATE DE MÍ!

Drake sonrió, le hacía gracia.

-No te voy a comer, idiota -dijo acercándose un poco más a él, mirándole fijamente.

-¡FUERA! -Jonh gateó cómicamente lo más lejos posible de Drake.

Consiguió ponerse en pie y salir corriendo de allí, mientras gritaba.

Drake sacó rápidamente su teléfono movil y marcó un número. Habló unos pocos minutos con alguien. Cerró el móvil.

-La policía ya viene hacia aquí.

Sheryl estaba muy asustada, lo miraba como si sus ojos de verdad la estuviesen engañando. ¿Quizás se había desmayado y estaba soñando? Debía de ser eso...

Drake se agachó rápidamente hacia ella y desató sus manos. Sheryl se quedó mirando bocarriba al techo, aún asombrada de lo que acababa de ver.

Drake le cogió suavemente el rostro entre sus manos y lo acarició con los pulgares.

-¿Estás bien?

Sheryl tardó un poco en contestar. Asintió levemente con la cabeza.

De repente algo le subió por el estómago. Abrió los ojos y tuvo que incorporarse. Apoyó las manos en el suelo y vomitó sangre. Comenzó a sentir las heridas de su cuerpo más intensamente. Ahora cada una de ellas le dolía. Drake se puso a su lado rápidamente.

-Dios, Sheryl. ¡Claro que no estás bien!

Drake le ayudó apartándole el pelo de la cara. Cuando terminó Drake la abrazó con fuerza.

-Lo siento Sheryl... Esto es culpa mía -sintió un tono muy dolorido en su voz, como si estuviese a punto de llorar-. Por mi culpa estás así, has pasado por todo esto... -Sheryl se dejó abrazar, mirando su pecho.

Apoyó la mejilla en él, sintiendo su calor. Escuchó sus rápidos latidos de corazón. Sí, estaba vivo, junto a ella, abrazándola.

-Drake... ¿qué ha pasado? -preguntó sin entender nada.

Drake se mantuvo callado un tiempo.

-A... Ahora no te lo puedo explicar, tendrás que esperar. Pero prometo que te lo contaré -dijo separandose un poco para mirarla, dandole un beso en la nariz-. Lo importante es que estás a salvo, junto a mí. No... No habría soportado perderte. Cada segundo que pasaba y sabía que estabas aquí, sola, quería morirme más y más. En cuanto me enteré vine rápidamente hasta aquí.

-¿Y... cómo supiste que estaba aquí?

Drake volvió a guardar silencio.

-También tendrás que esperar para saber eso.

En ese momento las sirenas de la policía se escucharon a los lejos.

De pronto Sheryl lo abrazó con mucha fuerza.

-No estoy segura que ha pasado... Pero solo sé que estás aquí vivo, conmigo -Sheryl estaba comenzando a llorar, de repente muy aliviada-. Solo quería morir al ver lo que acababa de suceder. No... No podía soportar no tenerte a mi lado, perderte... -Sheryl lloró con más fuerza. Drake tenía la cabeza apoyada en ella, acariciando su cabello- D-Drake..., yo... te-te quiero... Estoy enamorada de ti -soltó de repente-. ¡Te quiero! Y no... no podría soportar estar sin ti -se alejó unos centimetros de él para poder mirarlo a los ojos. La expresión de Drake era sorpresa. Tenía las cejas alzadas y los ojos muy abiertos. Sheryl se tapó el rostro con las manos, agachada, llorando más. Por fin se lo había dicho, pero estaba segura de que era un amor no correspondido, acababa de ver la sorpresa que se acababa de llevar-. Sé que tu no estás enamorado de mí... Pero por favor, no vuelvas a darme un susto así -dijo refiriéndose a su muerte.

Sheryl sintió como Drake cerraba sus manos sobre sus muñecas. Apartó con suavidad las manos de su rostro para mirarla. Tenía una sonrisa amable, la miraba con sus ojos brillantes, ahora con un brillo.

-Sheryl... lo que acabas de decir... Yo... nunca he sido tan feliz en mi vida -sonrió más ampliamente, mirándola con felicidad.

Sheryl intentó decir algo, pero solo le salió un tartamudeo.

-E-Entonces. quiere decir que...

-Te quiero, Sher...

Sheryl ahogó un sollozo, esta vez de alegría. Exclamó su nombre antes de abarazarlo con fuerza, sintiendo un gran alivio en su corazón. Lloró sobre su hombro, soltando terribles sollozos. Drake, sonriendo, enredó los dedos en su cabello.

-No llores, Sher -susurró.

Entonces se escuchó unas pisadas viniendo hacia donde ellos se encontraban. Sheryl se separó para ver quien era. Había llegado la policía.

Todo fue rápido. Unas personas vestidas de blanco se llevaron a Sheryl y a Drake hacia una ambulancia. La policía rastreó la zona y se llevaron los cuerpos incoscientes.

Pero Sheryl no podía dejar de pensar en lo que acababa de suceder.

De verdad Drake la quería. Drake estaba vivo y la quería.



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Jujujuju *risa* Creo que os habéis asustado más vosotros y la propia Sheryl xDDD Bueno, espero que os halla gustado el capítulo :3 Ahora tendría que sacar el de ''Otoya-chan'', porque hace casi una semana que no saco xd Además me gustaría sacar un capítulo de cada historia por semana. ¡Nos vemos en el capítulo 21! n.n/