''Entre Dimensiones'' Capítulo 4: La felicidad está en todas partes

Volvió a despertar en aquella habitación, pero esta vez entraba luz por la ventana. Se removió entre las sábanas. Notó un peso sobre sus hombros.

Al lado de ella, Drake dormía plácidamente, y él la tenía rodeada con sus brazos como si fuera un osito de peluche. Sheryl abrió mucho los ojos y se lo quitó rápidamente de encima. Drake se removió y se despertó.

Se frotó los ojos.

-Buenos días. -Dijo medio dormido con una sonrisa.

-¿¿Por qué he dormido en tu casa?? Mis padres se habrán vuelto locos ¡no he aparecido en todo el día!

-No te preocupes por eso -Bostezó.

-¿Qué has hecho?

-Les mandé un pequeño mensaje de tú parte.

Sheryl cogió rápidamente su móvil, que se encontraba sobre la mesilla. Buscó entre los mensajes enviados. Lo encontró:

Hola, mami, papi. Hoy no apareceré en todo el día. Nuestro profesor de lengua nos ha hecho quedarnos a todos en clase para ensayar una obra de teatro que estamos haciendo para los de primero. Un amiga y yo hemos sido seleccionadas para quedarnos más tarde ayudando al profesor a recoger y buscar más información. Mi amiga me ha dicho si quiere que pasase la noche con ella y me ha apetecido mucho. No os preocupéis por nada. Sus padres son muy amables y ella me puede dejar un pijama. Además mañana es sábado. Un dulce besito. Os quiero mucho! :3

Sheryl casi explotó por lo que acababa de leer. Todo eran mentiras y más mentiras. ¡Y ella nunca les hablaba así a sus padres! Miró furiosamente a Drake.

-Tía. Me estás dando miedo...

Ella se incorporó del todo y enseñó los colmillos.

-Te falta poner los ojos en blanco y echar humo.

-¡¡Eso intento!! ¿¿¿COMO TE ATREVES A ESCRIBIR ALGO ASÍ?? ¡¡QUE SEA UNA CHICA NO QUIERE DECIR QUE LE HABLE ASÍ A MIS PADRES!! ¡¡PEREZCO MEDIO MARICONA!!

-Yo... No sé cómo se les habla a unos padres que te quieren. -Dijo Drake con la cabeza gacha-. Lo siento.

A Sheryl le dio un vuelvo al corazón. Sintió mucha compasión por él. Quizás se hubiese pasado un poco.

Suspiró y volvió a mirar el mensaje. Revisó si había alguna contestación. La había.

Está bien Sheryl, sólo hoy. No podremos pasarte a buscar porque nos tenemos que ir pronto a la reunión de vecinos. Nosotros también te queremos :)

-Oh, por favor... -Sheryl se llevó una mano a la cara.

Drake se levantó de la cama y se estiró.

-¿Desayunamos?

Sheryl le miró. Drake sólo llevaba... unos boxers.

-¡¡WUUAAA!! -Sheryl apartó la mirada rápidamente ocultando su cara con la manos-. ¡¡Ponte algo!!

Drake giró su cabeza hacia atrás y la miró interrogativo.

-¡Drake!

-¡Ah! Ésto. Que más da. Yo te he visto desnuda, tú me has visto desnudo. Estamos en paz -se cruzó de brazos.

-¡Eso no tiene nada que ver! -Dijo Sheryl entre sus brazos intentando no mirar-. ¡Vístete!

Drake se subió a la cama con una rodilla y apoyó sus brazos a los lados de Sheryl.

La miró sonriente.

-Estoy seguro de que aún no quieres que me vista.

-¿A que te refieres? -Sheryl lo intentó mirar por una rejilla entres sus dedos, pero se encontró cara a cara con él. Del susto se cayó del todo en la cama y lo miró asombrada.

Drake se acercó más lentamente hasta quedar sobre ella.

-Veo en tus ojos que quieres que hagamos algo ¿no es cierto? -Dijo él deslizando una mano por debajo de su camiseta.

-¡Drake! -Sheryl estaba estupefacta.

Drake rió mientras iba subiendo la mano.

-¡Párate! -Gritó Sheryl mientras se removía, pero Drake estaba sentado encima suyo.

Él agachó la cabeza y comenzó a darle suaves besos por el cuello, después le acarició su pecho con la mano.

-D...Drake... Para... -comenzó a llorar Sheryl-. Por favor...

Drake levantó la cabeza y la miró con los ojos entornados. Vio cómo Sheryl lloraba y le caían lágrimas por la mejillas sin parar. Drake se sintió mal por lo que acababa de hacer. Parece que es más frágil de lo que pensaba...

Se levantó de la cama suspirando. Luego fue directo al armario para ponerse algo.

Mientras se subía los pantalones vio de reojo que Sheryl estaba encogida, ocultando su rostro entre sus piernas y sus brazos mientras el cuerpo le temblaba débilmente. Aún lloraba.

-Pero si casi no te he hecho nada...

Sheryl siguió inmóvil sollozando.

Drake se puso la camiseta y se sentó al lado suyo. Le pasó una mano por la espalda.

-Oye, lo siento. No creía que te pondrías así.

Hubo unos segundos de silencio.

-¿Por qué lo has hecho? -Dijo Sheryl entre sus brazos.

Drake se quedó sin palabras.

-Lo siento...

-¡Deja de disculparte! -Gritó ella levantando el rostro.- Una vez que lo has hecho ya no hay vuelta atrás, recuérdalo. -Lo miró angustiada.

Drake agachó la cabeza. Sonrió tristemente.

-Siempre me acabo arrepintiendo de lo que hago. Siempre.

Sheryl lo miró estupefacta.

-Drake...

-Todo sale mal. Todo sale como no quería. Me esfuerzo, hago lo posible, pero siempre hay alguien que me dice que está mal. Siempre mal. Siempre.

Sheryl no sabía qué decir.

-¿Entonces... por qué lo haces?

Drake la miró.

-Haga lo que haga da igual, Sher. Siempre estaré sólo. Por mis fallos. Por mis errores. Por cómo soy. Nadie me quiere de verdad. Es imposible.

-Por favor, ¡para! -De repente Sheryl lo abrazó con todas sus fuerzas-. No digas esas cosas. No las digas. Sólo harás sentirte peor. Para de una vez.

Drake abrió mucho los ojos, nunca le habían abrazado así.

Con las manos temblorosas le devolvió el abrazo y enterró la cabeza en su hombro.

Pasaron así unos minutos, hasta que Drake se levantó y con una enorme sonrisa preguntó:

-¿Qué quieres desayunar?

Sheryl alzó las cejas.

-No sé... Creo que debería irme ya, Drake.

-Oh, tonterías. Bajemos.

Drake, rápidamente, pasó sus brazos por debajo de Sheryl y la levantó en volandas, como una dama en apuros.

-¡D-Drake! ¡Para! ¡Suéltame! -Drake comenzó a reírse y la sacó fuera de la habitación.

-Ahora eres mía, te he raptado -dijo entre carcajadas.

Sheryl seguía gritando su nombre aferrada a su camiseta, mientras bajaban las escaleras.

-¡Para, para, para!

Llegaron al salón y Drake comenzó a dar vueltas con ella.

-¡¡Wuahahahaha!!

-¡Noooooo! ¡Me vas a tirar!

Drake paró y de repente la lanzó al aire. Sheryl vio todo a cámara lenta. Cómo los brazos de Drake dejaban de sujetarla. Ella en el aire. Su pelo en volandas.

En un instante volvió a bajar y Drake la agarró con fuerza. Luego él inclinó su cuerpo hacia un lado mientras le sujetaba las caderas y ella, con las piernas apoyadas en el suelo, lo miraba sólo a unos centímetros de sus labios.

-¿Se encuentra bien, señorita?

-¡No!

Drake se rió y la levantó del todo. Sheryl se sostuvo se pie con una mano en la frente, mareada.

-Dios mío..., y soy yo la que piensa que mis hermanos están locos...

Drake se rió por el comentario.

-Ahora has visto lo que se puede llegar hacer -exclamó orgulloso de sí mismo.

-Más vale que me prepares un buen desayuno con todo lo que me has hecho, Drake Tisdale.

-Marchando -dijo corriendo hacia la cocina.

Después de una hora terminaron el enorme desayuno que había preparado Drake, Sheryl por fin había conseguido su uniforme. Estaba dispuesta a marcharse.

Cogió su mochila y salió por la puerta. Miró la casa por primera vez desde fuera. Era bastante grande.

Drake estaba apoyado en el marco de la puerta.

-¿Sabes? Te echaré de menos.

-Yo a ti no.

-Que sincera.

-Gracias.

Sheryl abrió la pequeña valla y la cerró tras de sí.

-Adiós... Sher.

Sheryl le echó una última mirada y comenzó a andar por la calle. Drake observó como se iba a lo lejos.

-Siempre estaré contigo.

Luego desapareció.