martes, 28 de enero de 2014

''Entre Dimensiones'' Capítulo 11: No resistiré a volver a perderte

Cuando Sheryl regresó a la puerta Jem estaba ya esperando.

-Ya estoy -sonrió Sheryl-. ¿Nos vamos?

-Sí -asintió Jem. Se giró hacia donde venía-. ¿De donde vienes?

-Nada, de arreglar un asuntillo. Una estupidez. -Comenzó a andar.

De pronto Jem vio que un chico de pelo rubio salía de allí. Frunció el ceño. Tenía mala cara, se le veía enfurecido, pero a la vez muy triste. Jem se volvió hacia Sheryl, que caminaba sonriente a su lado. Se encogió de hombros y siguió adelante.



Sheryl y Jem llegaron por fin a su destino. Después de una larga hora de saludos entre Jem y la familia Hasting subieron a la habitación de Sheryl.

Sheryl cerró la puerta tras de sí, Jem dejó la mochila en el suelo y exclamó:

-Wuoo, cómo ha cambiado todo.

Sheryl soltó una risa.

-Sí, un poco sí.

-Al igual que tú -la miró-. No te lo había dicho antes, pero has crecido -rió.

Sheryl rió con él.

-Tú también.

-Te has.... formado -recorrió su cuerpo con la mirada.

-¡Oye! -exclamó sonriente. Rápidamente le tiro una almohada a la cara.

La almohada se estrelló contra su cara, esperó unos segundos y cayó al suelo.

-Oh, oh, oh, oh. esta me la vas a pagar.

Cogió con rapidez una almohada y le atacó riéndose. Sheryl se protegió con los brazos huyendo de él a carcajadas, se escabulló como pudo y cogió otro cojín, con el que contraatacó. Jem se protegió con su almohada y luego volvió a por ella de nuevo. Los dos se vieron envueltos en una estupenda pelea de almohadas, que no cesaba.

Sheryl intentó huir por su propia habitación, pero Jem la alcanzó y, al estar cerca de la cama, la empujó contra ella. Sheryl cayó de espaldas e intentó levantarse, pero en un rápido movimineto Jem se puso encima suyo y le agarró de las muñecas.

-Ya no te vas a escapar -dijo con una sonrisa malvada pero divertida.

-¡Eso es trampa! -rió Sheryl.

-Ah, ah, no lo es.

-¿Ah, sí? Y ahora, ¿qué vas a hacerme?

-Voy a... ¡hacerte consquillas!

-¡No! -exclamó antes de que Jem comenzara a mover sus manos al rededor de su costado, haciendo que Sheryl se retorciese bajo él a carcajadas.

-¡Para! ¡Para! -chilló ella entre lágrimas de reir.

Jem acabó parando, pero los dos siguieron riendo. Sheryl echaba de menos esos momentos. Cuando los dos se tranquilizaron es unas últimas respiraciones agitadas, llegó el silencio, pero Jem y Sheryl se seguían mirando con felicidad.

Por instinto, los dos sabían qué iba a pasar.

Sheryl alzó las menos y las posó suavemente en las mejillas de Jem, mientras él acercaba lentamente el rostro al de ella. Los dos cerraron los ojos. Sheryl juntó los labios contra los de él, Jem contra los de ella.

Los dos se besaban. Nada se movía.

Se separaron, por último enganchando él entre sus dientes el labio inferior de Sheryl con suavidad. Se quedaron mirando, perplejos y sonrojados. Sheryl dejó escapar una fina y corta risita. A Jem también se le escapó una, con la que acabaron riendo los dos.

Pronto volvió el silencio.

-Me... pesas un poco.

-Oh, sí, perdona -contestó Jem.

Jem se incorporó y se quedó sentado en la cama. Sheryl se colocó a su lado.

-Eh... sobre lo que acaba de ocurrir... -dijo Jem.

Sheryl se volvió hacia él. Puso la mano sobre la suya.

-Quieres que lo dejemos como está, ¿verdad?

-¿No pasará nada? -Se volvió hacia ella.

-Sólo ha sido un beso, nada más -dijo Sheryl sacudiendo la cabeza-. No nos hemos visto en mucho tiempo, creo que es normal. Sólo es una forma de mostrar amor...

-Sí, creo que tienes razón.

Se quedaron cayados.

-Entonces, ¿amigos? -preguntó Jem.

-Amigos -sonrió.



-Hola Sheryl, Jem, ¿ya te vas? -dijo la señora Hasting.

-Verás mamá, ¿podría...? Ehh... ¿poría quedarse a dormir Jem? -Suplicó.

La señora Hasting miró sorpendida a Jem. Éste se encojió de hombros con una sonrisa, disculpandose.

-Por favor, por favor, por favor -dijo con los puños cerrados.

-Jem, ¿te ha convencido ella o simplemente quieres tú? -Frunció el ceño, conociendo a su hija.

Jem rió.

-Una mezcla de las dos.

Suspiró.

-Bueno, supongo que no pasará nada. Al fin y al cabo os acabáis de reencontrar.

-¡¡¡Siiii!!! -chilló Sheryl. Abrazó con fuerza a Jem-. ¡Te quedas a dormir! ¡Te quedas a dormir! ¡Te quedas a dormir! ¡Te quedas a dormir! -Canturreó.

-Vale, vale -rió Jem.

-Bueno, pues vamos a cenar ya, asi que ayudarme a poner la mesa -les dijo la señora Hasting-. Tenéis suerrte de que haya echo bastante cena.

-¡En seguida mamá! -exclamó Sheryl antes de coger de la mano a Jem y llevarselo al salón comedor.



Una vez que comieron una apetitosa cena se quedaron todos juntos viendo una película. Pronto todos subieron, excepto Jem y Sheryl, que aún no estaban cansados. Cuando terminó, subieron a oscuras hasta la habitación de Sheryl, donde había un colchón en el suelo envuelto en un edredón y sábanas, que habían dejado preparado los padres de Sheryl.

Una vez se pusiron el pijama se dispusieron a echarse a dormir.

-Aggh, ahora si que tengo bastante sueño -dijo Sheryl mientras se arrastraba a su cama, después de salir del baño.

Jem se hallaba tumbado en la cama leyendo un manga llamado ''Mirai Nikki''.

-Sí, la verdad es que yo también -se contagió del bostezo.

Sheryl frunció el ceño.

-¿Qué lees?

-¿Eh? -Jem miró la portada como si no lo supiera-. Ah, un manga.

-¿Te gustan los comics?

-Sí, sobretodo estos rió.

-Hmm, interesante.

Jem volvió a reir.

Sheryl caminó a gatas por su cama y se sentó con el respaldo pegado a su espalda. Metió las piernas dentro.

-¿Vamos a dormir ya? -Dijo haciendo unas comillas con los dedos en la palabra ''dormir''.

-Vale -sonrió Jem.

Sheryl se terminó de meter en la cama, al igual que Jem. Después apagó la luz de su mesilla. Los dos, en la oscuridad, miaban bocarriba el techo negro.

-Jem... -susrró Sheryl.

-¿Sí?

Pasaron unos segundos largos.

-O... oye. ¿Querrías...? Eh... ¿...Meterte en la cama junto.... a mí?

Jem se incorporó.

-¿Cómo?

-Por favor... -dijo en voz muy baja-. Sé que puedo sonar estúpido, pero... quiero estar a tu lado.

Jem, sin decir nada, se levantó silencioso y se colocó junto a la cama de Sheryl. Sheryl se arrimó a la izquierda para hacerle un sitio. Él se metió, con su cuerpo mirando hacia ella, igual que el de Sheryl, en dirección a él.

-Tengo la sensación... de que vas a volver a desaparecer... -dijo a media voz.

-Sheryl. Te prometo que no me volveré a ir de tu lado. Créeme -alargó la mano y retorció un mechón del pelo de Sheryl entre sus dedos.

Sheryl sacó aire por la nariz en silencio.

Los dos siguieron cayados mirándose, aún sin que el sueño les venciera.

-She-Sheryl...

-¿Sí? -Siguieron hablando en voz baja.

-El beso de antes...

Sheryl siguió cayada.

-Ha sido... Fue... mi primer beso.

Sheryl sintió que se le paraba el corazón.

-¿De... de verdad? ¿Tampoco tú habías besado a nadie antes?

-¿También era tu primer beso? -La miró sorprendido, con la poca luz que entraba de la calle.

-S...sí -sonrió ella.

Los dos rieron en la oscuridad de la noche. Cuando los dos volvieron a estar cayados, Jem preguntó:

-Y... ¿a quien quieres darle tu segundo beso?

Sheryl se quedó cayada, pensando.

-¿Se vale repetir?

Jem alzó las cejas, sorprendido.

-Bueno, supongo que sí...

-¿Y tú?

-Hmm... -se quedó pensativo-. Creo que también repetiría -Sonrió.

-¿Y a qué esperas? -Rió.

Jem sonrió y acercó su rostro al de ella. Los dos se unieron a través del beso, pero vieron que ninguno se conformaba con sólo eso. Pronto los dos comenzaron a abrir y cerrar sus labios mientras sus lenguas juegueteaban entre sí con suvidad. Los dos se abrazaron entre sí, con felicidad. Sheryl descubrió cómo era la boca de Jem. Él se soltó enganchando esta vez el labio superior de Sheryl entre sus dientes. Pegó la frente contra la de ella.

-¿Te he dicho que te he echado de menos?

-Un millón de veces -sonrió Sheryl.

Volvieron a unirse en un precioso beso lleno de esperanzas, recuerdos, amistad, amor y felicidad.

Minutos después acabaron separandose por fin. Rieron al saber que sus corazones estaban llenos de alegría. Para ellso era una forma de saber que estaban allí, juntos, físicamente, y que nunca se separarían de nuevo. Como la gran amistad que eran.

Y, aún abrazados, acabaron durmiéndose.

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Hola! :3 Gracias por leer. Disculpar los fayos al escribir. Espero que os haya gustado el capítulo >u<. Y a quien preferís? A Drake o a Jem? Me gustaría saber opiniones ;D Si os ha gustado votar, y si tenéis aguna idea u opinión que querráis comparitr dejarla en los comentarios, no os cortéis ;3

¡Hasta la proxima!

A kiss, Sadie~

(Comentario mío en wattpad)

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