lunes, 9 de junio de 2014

''Otoya-chan'' Capítulo especial: Syo x Natsuki

-¿Qué te pasa con Ittoki-san?
Syo se volvió hacia la voz de Natsuki.
Iban andando hacia sus habitaciones después del ensayo, de repente Natsuki, que iba detrás suyo, se había parado, ya casi enfrente de su puerta. Syo escrutó su ceño fruncido.
-¿Qué dices? No me pasa nada. -Abrió la puerta de la habitación-. Todos estamos preocupados, Natsuki.
-Pero Syo-chan...
-Todos -repitió.
Se tiró en la cama suspirando.
-Estoy agotado... -Se incorporó-. ¿Qué vas a hacer ahora?
-No sé, nada...
-Aparte de los ensayos y conciertos no hacemos mucho más, es un asco -dijo con los ojos cerrados y la barbilla apoyada en la mano.
Natsuki asintió.
-Estás raro, ¿te pasa algo? -preguntó Syo.
-¿Qué? No.
-Vamos, sé que te pones así cuando estás preocupado, ¿es por Otoya y Tokiya?
Natsuki torció la boca.
-Sí... -mintió.
-Vamos, seguro que se les pasará.
-Tienes razón. -Sonrió un poco-. Nee, ¡se me ha ocurrido qué hacer!
-¿El qué? -Syo lo miró curioso.
-¡Pastelillos de Piyo-chan!
El rostro de Syo cambió a una expresión asustada y pálida.
-¿Q-q-q-q-q-que...? ¿Po-por qué no hacemos otra cosa? -sonrió forzadamente.
-¿Qué dices, Syo-chan? ¡Hacer pastelillos es muy divertido!
Natsuki se llevó a rastras a Syo de la cama, que se intentaba agarrar desesperadamente.
-¡¡Noooo!! ¡¡Natsuki!! ¡¡Suéltame!!
-Vaamos, Syo-chaaan. -Para Syo su voz adorable era siniestra.
-¡¡Wuaaaaa!!
Natsuki consiguió llevar a Syo hasta la cocina, donde le puso un delantal rosa y amarillo y él uno rosa con volantes y corazones.
Natsuki cerró la puerta.
-¡Nos lo vamos a pasar muuuuy bien! -exclamó Natsuki entusiasmado.
Syo lo miró desde una esquina de la habitación, aterrorizado.
-¡Venga! ¡Primero hay que hacer la masa! ¡Ven Syo-chan!
-¡Noo! ¡No me pienso mover de aquí!
Natsuki comenzó a sacar ingredientes de los armarios. Sacó unos huevos, harina, chocolate, etc. Sí, parecía muy normal, pero luego no lo fue tanto cuando empezó a sacar tomate, pimientos, queso y otros alimentos fuera de lo normal. Lo metió todo en un vaso medidor (cajas incluidas) para luego triturarlo todo con la máquina. 
-¡Van a saber geniaal! -dijo sin perder la sonrisa.
Syo no se podía pegar más a la esquina, su rostro aterrorizado.
-Bieeeen, ¡ya está! -desenchufó la máquina-. Ahora vamos a ponerlos en los moldes, ¡vamos Syo-chan! ¡Ayúdame!
-¡Noooooo!
Natsuki rió.
-Vamos, no tengas miedo, ¡la cocina es un arte!
-¡¡Aléjate de mí!!
Natsuki puso la masa biscosa en los moldes.
-¡Bien, y ahora mi especialidad! Para que se queden bien tostados necesito el soplete. -Natsuki se agachó sacando un soplete del armario que ni siquiera Syo sabía que estaba allí.
Natsuki se puso unas gafas para protegerse y con una enorme sonrisa lo encendió apuntando a los pastelillos. 
-¡¡¡Waaaaaaaa!! -Syo se tapó la cara.
Un minuto después Natsuki apagó el soplete y se quitó las gafas, mirando su ''obra maestra''.
-¡Ya está!
Cogió uno y sopló un poco.
-¡Ven a probar uno, Syo-chaaaaaan! -Se acercó a él.
Syo corrió hasta la puerta y la intentó abrir con todas sus fuerzas, pero estaba cerrada. Las gafas de Natsuki brillaron mientras seguía acercandose. Syo puso su espalda contra la puerta respirando agitadamente. Cuando Natsuki llegó hasta él intentó meterle uno en la boca.
-¡Vamos, Syo-chan! ¡Pruébalo!
-¡NOOOOO! ¡NOOOOOO! -Apartó la cara cerrando la boca.
En el momento en el que Syo gritaba Natsuki aprovechó para metérselo en la boca.
-¿Qué tal está? -Ladeó la cabeza sonriente.
Syo se agarró el cuello con el horrible pastelillo en la boca para luego desmayarse.
Syo se despertó en su cama. Natsuki estaba encima suyo con una sonrisa.
-Syo-chaaan, ¿qué te ha pasado?
-¡Lo que me ha pasado es que me has envenado, idiota!
-Nee, vamos a hacer otra cosa divertida.
-Para qué tendré que haber dicho nada... -dijo Syo para sí.
-¡Mira! Tengo unos gorros para que te pongas, ¡seguro que estás muuuy kawaaaaaii!
-¡¿Qué?! No, no, no, eso sí que no -dijo sacudiendo las manos.
-¡Y te haré una sesión de fotos! -Fue corriendo hasta su baúl.
-¡No, Natsuki! ¡Ni te atrevas!
Natsuki volvió feliz con todos sus gorros entre la manos.
-¡Ven, Syo-chan! ¡Pruébate éste! -Sacó uno con orejas de perro.
-¡No! ¡Ni loco! ¡Deja de acosarme!
-Vamos, vamos, ¡estarás muy mono!
Natsuki comenzó a acercarse.
-¡Noo! ¡Aléjate de mí!
Natsuki intentó ponerle el gorro a la fuerza, Syo se defendió y, sin querer, le quitó las gafas de un manotazo.
Syo lo miró aterrorizado, los ojos de Natsuki estaban ocultos tras el flequillo rubio, sus labios convertidos en una perfecta línea.
-¿S-S-Satsuki?
Dejó ver sus ojos, que ahora reflejaban una increíble frialdad. Sí, ahora Natsuki era Satsuki, su personalidad oscura. Cuando Natsuki se quitaba las gafas se convertía en él, su lado más oscuro. Era violento, egoísta y en seguida se enfadaba por cualquier cosa. Según él fue creado para proteger a Natsuki. Una vez que volvía a ponerse las gafas no recordaba nada de lo que había pasado, pero era muy complicado ponérselas, había llegado a mandar a más de cien personas al hospital. Lo miró enfadado.
-¿Cómo te atreves a huir así de Natsuki?
-Lo-lo-lo-lo siento, yo... -Sus manos temblaban.
-Pero no es sólo eso, ¿sabes cómo se ha estado sintiéndolo todo este tiempo? Últimamente has estado muy pendiente de Ittoki-san. Hoy te ha dicho que simplemente estaba preocupado por él y Ichinose-san, pero eso no es cierto, ¿qué iba a decirte sino? -Chasqueó la lengua-. Eres odioso. Él te necesita, necesita que estés a su lado, que le hagas caso, porque te quiere.
Syo abrió los ojos de par en par. ¿Había oído bien? ¿Qué le quería? Esperaba que se refierese en modo amistad.
-Sé lo que estás pensando. -Sin darse cuenta Syo había estado retrocediendo conforme la cara de Satsuki se acercaba más y más, hasta quedar tumbado en la cama con él encima suyo. Apoyó una mano al lado lado de su cara-. Y no me refiero a que te quiere como amigo, sino como algo más.
El corazón de Syo se detuvo. Sus peores temores se estaban haciendo realidad. ¿Eso quería decir que le gustaba a Natsuki? ¡Pero si eran chicos! Su boca se abrió y cerró sin emitir ningún sonido.
-Voy a tener que castigarte. -Sus ojos reflejaban maldad.
Con la mano que tenía apoyada al lado, sujetó los brazos de Syo por encima de su cabeza.
-¡¿Qué haces?! -preguntó alarmado.
Su otra mano se coló por debajo de su camiseta.
-¡N-no no estoy para juegos! -Cerró los ojos con fuerza.
Satsuki sonrió de lado, comenzando a subir la mano. De pronto Syo abrió los ojos de par en par, haciendo un sonido ahogado. Sentía como los dedos de Satsuki pellizcaban su pezón.
-¡Para! ¡¿Qué hacés?! -repitió. Tenía lágrimas en los ojos.
Satsuki sonrió con maldad.
De repente Syo despertó de golpe. Se incorporó e  la cama con  el corazón acelerado. Miró el reloj de la mesilla, las 03:00. Lanzó un suspiro. Sólo había sido una pesadilla, gracias a los dioses. Se giró hacia la cama de Natsuki, donde dormía plácidamente.
-Syo... Hahahaha -murmuró entre sueños con una sonrisa.
¿Por qué narices había soñado eso?
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Otro especial! Ay dios, esta semana es de especiales eeh (el otro especial es de mi otra historia ewe). Bueno, resulta que hoy es el cumpleaños de Natsuki, Syo (y su hermano gemelo Kaoru) así que he decidido sacarlo n.n (he leído tantos doujinshis de Syo y Natsuki... TwT). Creo que voy a hacerlo cada vez que alguien cumpla años e.e (asdfghjklasdfghjkl, no es genial? c':). Espero que lo hayáis disfrutado ^^
Hasta otro día! :33

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